Malén Ortiz tenía 15 años cuando la tierra se la tragó, el 2 de diciembre de 2013. Aquella tarde de lunes, Malén iba con su patinete verde hacia casa de su novio, en Son Ferrer (Mallorca). Nunca llegó. Una nueva pista sobre lo que pudo haberle ocurrido ha permitido a la Guardia Civil y al juzgado reabrir el caso y retomar su búsqueda, según ha sabido CASO ABIERTO, canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica. Los investigadores, con ayuda de especialistas en localización de personas, siguen esa nueva pista y van a rastrear una finca próxima al lugar donde la chica desapareció hace ya nueve años y tres meses.

El último día que la vieron, Malén fue al instituto en Santa Ponça y luego cogió el autobús para ir a ver a su novio, Dani. Iba escuchando música y se pasó una parada. Se bajó en una zona conocida como la rotonda de los piratas, en Magaluf. Siguió desde allí en dirección a casa de su pareja.

La cámara de un vivero

De camino, una cámara de seguridad de un vivero en sa Porrassa captó su imagen, sola, con su patinete, a las 15:51 horas. La siguiente cámara de seguridad de la zona, a unos 500 metros de distancia, ya no grabó a la chica. Algo ocurrió en apenas medio kilómetro. Y nunca más se ha sabido de ella. Su madre, Natalia, no ha dejado de buscarla y de pedir ayuda.

El terreno donde desapareció está salpicado de viviendas, una gasolinera y una yeguada. Una confidencia ha llevado a los investigadores hasta una parcela

Ahora, los investigadores de la Guardia Civil van a registrar una finca próxima al lugar donde desapareció la chica. Una confidencia les ha llevado hasta allí, como un posible lugar de interés para saber qué le ocurrió a Malén. El trayecto desde el que se bajó del autobús hasta la casa de su novio, por el camí Cala Figuera y el carrer Tudó, está salpicado de viviendas, fincas, una gasolinera y una yeguada.

Molestaba a chicas jóvenes

En todos estos años, los investigadores han interrogado a una decena de sospechosos y registrado varios lugares, en esa zona y también en Santa Ponça. Un vecino que vivía en una casa de campo destartalada cerca de donde desapareció la niña fue interrogado. Varios testigos le acusaban de molestar y decir obscenidades a chicas muy jóvenes. Aquella casa, su patio y los terrenos más cercanos fueron registrados a conciencia en busca de pistas sobre Malén Ortiz. Sin resultado.

Buceadores de la Guardia Civil rastrearon también entonces los lagos de un campo de golf cercano y los acantilados de la costa. Decenas de agentes, policías locales, bomberos, especialistas en rescates de montaña… la buscaron por las zonas boscosas próximas. Ni una pista.

En una entrevista con CASO ABIERTO, el pasado mes de diciembre, Natalia, la madre de Malén Ortiz, pedía ayuda: "no quiero vivir siempre como la madre de una niña desaparecida… Malén era cabezota, adolescente, pero muy madura. No se le pudo tragar la tierra. Sin duda tuvo que irse con alguien. Hay un culpable o culpables de su desaparición". Nueve años y tres meses después, la búsqueda de Malén, la llamada 'Operación Vans', en alusión a la marca de sus zapatillas favoritas, continúa.