La terrible sucesión de casos de agresiones sexuales, violaciones grupales y grooming que se están registrando durante las fiestas de este verano preocupa, y mucho, a la Fundación ANAR. La entidad ha pasado de atender 717 casos de abuso sexual en 2020 a 1.297 casos en 2021, lo que supone un incremento del 80,9%, con una preocupante tendencia de crecimiento de las violaciones grupales en la última década, hasta alcanzar ya el 10,5% del total de agresiones y abusos sexuales tratadas a través de las líneas de ayuda que esta fundación pone a disposición de niños y adolescentes, y de sus familias y los centros escolares.

Un fenómeno que la entidad ve con enorme inquietud porque, como explica el director de Programas de ANAR, Benjamín Ballesteros, han pasado de tener un 2,1% de casos de abusos sexuales en grupo, a un 10,5% en el último año. "Sin duda este es un fenómeno en el que estamos viendo con preocupación que los jóvenes están banalizando este tipo de comportamientos, alejándose cada vez más de la empatía hacia las víctimas", señala en declaraciones que recoge El Periódico de España.

Entre las posibles causas a las que apunta el experto, está el consumo de pornografía desde edades muy tempranas "sin ningún tipo de control parental están, a su juicio, entre las posibles causas que expliquen este fenómeno. Recuerdan desde la entidad que, en alguno de los casos de abusos sexuales en grupo conocidos recientemente, las víctimas fueron contactadas y citadas a través de las redes sociales.

Crece el ciberacoso

ANAR cita el 'I Estudio sobre abuso sexual en la infancia y adolescencia según los afectados y su evolución en España (2008-2019)', realizado por el Centro de Estudios e Investigación de la misma entidad. En el informe se alerta que también vienen aumentando especialmente los abusos a través de las tecnologías: grooming -el ciberacoso ejercido deliberadamente por un adulto para establecer una relación y un control emocional sobre un menor con el fin de preparar el terreno para su abuso sexual- con un 36,7% de crecimiento, y sexting -difusión o publicación de imágenes o vídeos de tipo sexual producidos por el propio remitente, principalmente a través del teléfono móvil-, con un 25%.

En 2021, ANAR atendió 502 peticiones de ayuda por grooming, que implicaron la ayuda directa a 51 víctimas de esta práctica delictiva cada vez más extendida

En 2021, la organización atendió 502 peticiones de ayuda por grooming, que implicaron el apoyo directo a 51 víctimas de esta práctica delictiva cada vez más extendida, remarcan. En ese sentido, la entidad pide que se evite favorecer "la difusión de conductas que atentan contra la integridad física y moral de las personas, los juicios populares y la banalización de la violencia en todas sus facetas". A lo largo de 2021, la entidad atendió 251.118 peticiones de ayuda que le permitieron prestar apoyo a 16.442 niños y adolescentes en España, víctimas de distintos tipos de violencia, problemas de salud mental como autolesiones, trastornos de la alimentación o intentos de suicidio, así como acoso escolar o abuso sexual.

La organización alerta sobre el incremento de casos de adolescentes a las que se droga para abusar de ellas

El 'Informe Anual Teléfono/Chat ANAR 2021' -presentado el pasado abril- ya alertaba sobre cómo las llamadas por agresiones sexuales se habían disparado en ese último año. Los expertos de la entidad indicaban entonces sobre el incremento de casos de adolescentes a las que se droga para abusar de ellas. "Un fenómeno preocupante y no aislado", resaltaban desde una fundación cuyas líneas de ayuda (900 20 20 10 y chat.anar.org) son gratuitas, confidenciales, funcionan las 24 horas del día los 365 días del año y están atendidas por psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales especializados en la atención a la infancia y la adolescencia.

Las cifras que sacaron a la luz en abril dibujan a niños y adolescentes cada vez más rotos y a los que la pandemia ha pasado una enorme factura. La suma de consultas por ideas suicidas, intentos de suicidio y autolesiones representó la cifra de 7.770 peticiones de ayuda, lo que significa que se han multiplicado por 18,8 en la última década: 21 consultas y 12 menores de edad atendidos de media diaria. Gracias a la intervención de esta entidad, ha podido salvarse la vida a 4.542 menores.