Las continuas publicaciones a través de los medios de comunicación, tanto impresos como digitales, sobre la desaparición y muerte de Esther López de la Rosa ha llevado nuevamente a uno de los tres investigados, en este caso Ramón José G, a pedir públicamente más rigor informativo y que se respete su derecho a la presunción de inocencia.

Si hace unas semanas era el hoy principal sospechoso, Óscar S.M, a salir a la palestra para denunciar el acoso mediático a él y su familia e invocar su derecho a la presunción de inocencia, ahora es el citado Ramón, el único que estuvo privado de libertad casi una semana por esta causa, el que retoma también el procedimiento del comunicado oficial para expresarse en los mismos términos.

En este caso, Ramón, a través de su letrada, Lorena Iglesias Palacio, es el que pide de nuevo "prudencia y veracidad" en las informaciones que se publican y para recordar que el investigado no ha realizado manifestación adicional ninguna al respecto, salvo las depositadas en sede judicial.

"De este modo, las afirmaciones que se vienen realizando en diferentes medios de comunicación sobre su persona están basadas en meras suposiciones sin fundamento alguno. Es por ello por lo que pedimos de nuevo que cese la publicación de informaciones sesgadas sobre el caso que sólo dan lugar al establecimiento de conjeturas que a nadie benefician, y que se imponga el rigor informativo de cualquier publicación por parte de los medios de comunicación", exige la representación legal de Ramón.

En su comunicado oficial, recogido por Europa Press, su defensa recuerda igualmente que Ramón no posee antecedentes penales, ya que en su hoja histórico-penal no consta ninguno, a la vez que vuelve a solicitar el cese del uso del sobrenombre 'El Manitas' referido a su persona, "ya que éste, ni es real ni se refiere a él".

Por último, la defensa del investigado advierte de que toda información que cause un perjuicio a su patrocinado "conllevará la toma de las correspondientes medidas judiciales que se estimen necesarias", debido a los daños que está ocasionado tanto al aludido como a su familia.

"A este respecto, nos gustaría recordar y apelar al derecho de presunción de inocencia, así como el derecho al honor y el derecho a la intimidad del que gozan todas las personas en nuestro ordenamiento jurídico", concluye su letrada.