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Llanes

Fatídica muerte en Asturias de un exdirectivo del Santander que se cayó por el hueco de un molino

Antonio Aparicio, que fue hombre de confianza de Emilio Botín, procedía por línea materna del concejo llanisco, donde tenía casa y pasaba unos días

Coche de la Guardia Civil.

Antonio Aparicio Alonso, exdirectivo del Banco Santander, murió al precipitarse por el hueco de un molino de su propiedad en Quintana (Llanes). El accidente ocurrió previsiblemente el pasado martes, pero el fallecido, de 70 años, no fue localizado hasta el jueves, después de una intensa búsqueda, iniciada tras denunciar la desaparición sus allegados. El cadáver tuvo que ser rescatado por los bomberos.

El fallecido fue persona de suma confianza del anterior presidente del Santander, Emilio Botín, fallecido en 2014, y tuvo una gran relevancia profesional en su etapa en el banco. Llegó a ser subdirector general del área de tesorería del grupo bancario, en el que se prejubiló en el año 2002. Fue sustituido en el cargo por el entonces recién fichado del BBV José Antonio Álvarez, actual consejero delegado (número dos) del Santander.

El exdirectivo del Santander estaba vinculado a Llanes por línea materna. La familia de su madre, Manuela Alonso, conocida en la zona como “Manuelina”, procedía de la zona de Priédamu y de la parroquia de Nueva, en Llanes, y de Zardón, en el concejo de Cangas de Onís. Uno de sus tíos, Antonio, fue dueño de una ferretería en la villa llanisca.

La familia de su padre, Teodoro Aparicio, procede de Ávila, donde una de sus hermanas, María Teresa, aún regenta una farmacia que abrió su abuelo.

Fueron los allegados de Antonio Aparicio Alonso los que denunciaron su desaparición: no sabían nada de él desde el martes. Un amigo del fallecido, con el que había quedado en Llanes, lanzó la alarma, al ver que no daba señales de vida. De inmediato se activó a la Guardia Civil, que comenzó las indagaciones para dar con su paradero. Los agentes inspeccionaron la finca de Quintana, donde Antonio Aparicio Alonso tiene un molino rehabilitado.

Fue precisamente en el molino donde, durante la búsqueda, se halló el cuerpo sin vida del antiguo ejecutivo del Santander, entidad de la que también fue apoderado. El hombre se había precipitado por un hueco. Los agentes tuvieron que reclamar la ayuda de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).

La operación de rescate del cadáver se activó en la tarde-noche del jueves. La recuperación del cuerpo no fue sencilla para los bomberos que protagonizaron la operación. El hombre se había caído por una cavidad con forma de tubo que hacía las veces de desagüe en el molino reformado. Era un hueco estrecho, aunque el cuerpo presentaba cierta inclinación en su interior.

Los bomberos tuvieron que retirar unas tablas que cubrían el cadáver, lo cual sugiere como hipótesis que, en un infortunio, el hombre pudo pisar en una zona sin consistencia que tapaba el hueco y acabó cayendo a su interior.

El que fuera alto ejecutivo del Santander, que residía en Madrid y que tenía una finca, con casa y molino, en Quintana, fue enterrado al mediodía de este domingo en el cementerio municipal de Camplengu, en la capital llanisca.

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