"Lamento todo lo ocurrido y confío plenamente en la Justicia". Estas fueron las únicas declaraciones que el cirujano que operó a Sara, la mujer fallecida tras someterse a una lipoescultura en Cartagena, hizo este miércoles tras salir de los juzgados en la ciudad de Cartagena.

Sus abogados señalaron que lo que se juzga es "una imprudencia" por la que su defendido tiene un "sentimiento profundo de pena". Además, destacaron que han guardado silencio hasta hoy "por respeto a Sara".

La jueza le esperaba el martes, pero el doctor no acudió porque se encontraba fuera "a consecuencia de la presión social y continuo acoso a él y a su entorno", según su defensa, que quiso resaltar que su cliente acudió a la citación el primer día hábil después de recibirla. De igual forma, se declararon conformes con las medidas cautelares de retirada de pasaporte, si bien señalaron que su defendido "jamás se va a fugar de la justicia".

Los letrados aseguraron que el cirujano tiene la titulación acreditada para operar. "Si no, le hubieran denunciado por intrusismo", explicaron, y añadieron que "las discusiones entre los distintos colegios profesionales o entre plásticos y estéticos son ajenas" a este caso.  

Además, confirmaron que su cliente está recibiendo amenazas y se le han hecho pintadas en su casa

Sobre si operó "drogado o bebido", como se ha llegado a decir en algunos foros, la defensa del médico lo niega taxativamente: "Esto es un bulo como tantos que se han dicho".

Mientras se producían estas declaraciones, familiares y amigos de la fallecida pedían "justicia para Sara" e increpaban al doctor: "No vamos a parar hasta que te inhabiliten". "Justicia también es presunción de inocencia. Solo falta que se le ejecute", agregaron los abogados.