Una vez más, Bernardo Montoya se desdijo de su inicial declaración ante la juez en la que admitía ser el asesino de la zamorana Laura Luelmo, crimen ocurrido el 12 de diciembre de 2018 en El Campillo (Huelva), para señalar a su expareja e indicar que él se autoinculpó “por amor y porque entonces no estaba en condiciones muy idóneas”, manifestó su abogado, Miguel Rivera, al concluir la sesión matinal del juicio con jurado a puerta cerrada que sigue la Audiencia de Huelva, según recogen las agencias.

Es la misma versión que ofreció el 4 de abril de 2019 ante la juez que investigó el caso, quien la descartó por completo en el escrito de apertura de juicio oral en el que solo imputa a Montoya y precisa que “existen indicios suficientes” de que este delincuente habitual fue el autor de la muerte violenta de la profesora zamorana. En aquella declaración llegó a indicar que su exnovia le había propinado un golpe con un martillo a la zamorana de 26 años en el mismo paraje de “Las Mimbreras”, a unos kilómetros del casco urbano de El Campillo, donde se habían desecho del cadáver, del arma homicida y de un móvil. Si embargo, el imputado llegó incluso a pedir perdón a la familia de Laura ante las cámaras, según recogió en su día la agencia Efe.

La Fiscalía de Huelva sostiene en su escrito de acusación que Montoya perpetró el crimen en el interior de su domicilio, tras obligar a Laura a entrar cuando esta regresaba de hacer compras en el supermercado de El Campillo, localidad a la que había llegado días antes, tras aceptar una sustitución como profesora de Dibujo en el instituto del municipio cercano de Nerva. El delincuente habitual disfrutaba desde hacía un par de meses de la libertad condicional en la vivienda que su familia tiene en El Campillo, tras cumplir 17 años de cárcel por el crimen de una anciana. Los investigadores fijan la muerte violenta de Laura Luelmo entre las 17.22 y las 18.42 horas de ese 12 de diciembre, poco después de que la joven desapareciera, tras mandar un mensaje de WhastApp a su pareja para decirle que no sabía si saldría a caminar, última conversación que mantuvo con su móvil.

Montoya no ha reconocido durante la instrucción haber perpetrado la agresión sexual que le imputa la juez y por la que la fiscal, Jessica Sotelo, exige a la Audiencia oscense que le condene a 12 años de prisión, además de a otros 20 años por detención ilegal de la joven, así como que no se revise su condena hasta pasados 22 años de la reclusión en un centro penitenciario.

La fiscal considera probado que Montoya abordó por sorpresa a la joven cuando regresaba del supermercado, la introdujo a la fuerza en su domicilio, donde “comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y debilitada, para después inmovilizarla con las manos atadas y amordazarla”, después “la trasladó a uno de los dormitorios y la agredió sexualmente”. El imputado “volvió a golpearla hasta la muerte, la introdujo en el maletero de su coche y la abandonó” en “Las Mimbreras”, donde un voluntario de Cruz Roja halló su pantalón y ropa interior durante la búsqueda emprendida por la Guardia Civil y un amplísimo dispositivo policial, apoyado por vecinos de la zona. Aquella fue la primera pista para que agentes del Seprona encontraran a 200 metros el cuerpo sin vida de la zamorana, con la cara oculta por sus ropas.

A puerta cerrada “para preservar la dignidad de la víctima”

El abogado de la familia de Laura Luelmo pidió ayer a la Audiencia de Huelva “preservar la dignidad, privacidad y memoria de la víctima y su familia” con un juicio a puerta cerrada que admitió el jurado popular que decidirá si Montoya asesinó a la joven zamorana el 12 de diciembre de 2018, tras golpearla y agredirla sexualmente. Una solicitud que compartieron fiscal, Junta de Andalucía y abogado del imputado, por lo que los medios de comunicación no podrán reproducir el contenido del juicio previsto hasta el jueves, lo que ha provocado una protesta formal de la Asociación de Periodistas de Huelva, a la que se ha sumado la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).

Francisco Luelmo, abogado de la acusación y tío de la joven zamorana, justificó su decisión por las “cuestiones de la intimidad de la víctima” que se abordarán, “que perjudicarán su memoria y el buen trato de la familia”. Aludió al estatuto de la víctima y las leyes para defender que “todos los derechos deben limitarse en un caso como este, mediático a pesar de la familia”.

El acusado entró en la Audiencia entre gritos de “asesino”

El público que se congregaba a las puertas de la Audiencia de Huelva recibió a Bernardo Montoya al grito de “asesino, criminal”, con insultos que demostraban la indignación ante el autor confeso del crimen de Laura Luelmo. Los ciudadanos comenzaron a lanzar insultos, “hijo de puta, basura...”, en cuanto Montoya, con mucho mejor aspecto físico que cuando fue detenido el 22 de diciembre de 2018, puso un pie en la calle sin que su actitud altiva se replegara en ningún momento.

El acusado llegó a la sede de la Audiencia en un furgón de la Policía Nacional poco antes de las 10.00 horas, cuando estaba previsto el inicio del juicio con jurado. En su presencia, la fiscalía, los abogados de la acusación particular y el de la defensa designaban a los nueve ciudadanos, cinco hombres y cuatro mujeres, que decidirán sobre su condena. Hoy escucharán a 23 testigos guardias civiles que participaron en la búsqueda e investigación del caso.

TODO SOBRE EL ASESINATO DE LAURA LUELMO