F.M.R., de 9 años, ha fallecido en Gran Bretaña como consecuencia de las mordeduras de un perro con el que se encontraba solo en una caravana, informa el periódico Mirror. El pequeño recibió heridas mortales en la cabeza al ser atacado por un bulldog american Staffordshire bull terrier y perdió muchísima sangre.

El niño se alojaba en una caravana con su madre y una amiga de esta, que era la propietaria del perro.

Una noche, a mediados de abril, las amigas salieron a tomar algo a un bar cercano y dejaron a F.M.R. en la caravana solo con el bulldog. Cuando las mujeres regresaron fueron a la caravana de al lado a seguir bebiendo con unos amigos, donde también esnifaron cocaína.

En un mimento de la noche la madre fue a ver cómo se encontraba su hijo, que esperaba ver durmiendo, pero se lo encontró tirado en el suelo cubierto de sangre. Cuando llegaron los servicios de emergencia intentaron reanimar al niño pero sólo pudieron certificar su muerte.

La patóloga forense ha asegurado que las lesiones encontradas en el cuello y en la cabeza del fallecido se corresponden con el comportamiento de algunos perros peligrosos.

La investigación continúa abierta.