Julián David Gracia, su nombre se grabó a fuego en el 2000 por secuestrar a dos mujeres de la urbanización Montecanal, en Zaragoza. Va a pasar una buena temporada en la cárcel en la que ya ha estado por su actividad delincuencial. Son 41 las reseñas de antecedentes policiales que tiene en su haber. La última, por la que acaba de recibir una pena de 3 años y medio de prisión, ha sido por la brutal paliza que dio a su novia en el zaragozano hostal Laborra, en junio de este año.

Es la condena que le acaba de imponer la titular del Juzgado de lo Penal número 9 de Zaragoza a este vecino de la capital aragonesa por unos hechos que tuvieron lugar sobre las 22.30 horas en este establecimiento hotelero. Tras una discusión, según los hechos probados, agredió a la joven produciéndole diversas lesiones sangrantes.

El encausado negó durante el juicio que ambos fueran pareja, explicando que llevaban seis días juntos en la pensión, aunque sí reconoció que estaba «enamorado de ella». La joven no quiso declarar en contra del acusado, pero pese a ello la magistrada no tiene ninguna duda, y así lo señala en la sentencia, de que ambos mantenían una relación sentimental y que el asunto puede enmarcarse en un caso de violencia de género. Se apoya en la declaración del entorno del encausado. Resalta la jueza que los testigos resaltaron los desgarradores gritos que salían desde la habitación y que se oían en el ascensor. «No me pegues más» o «Ayuda», fueron algunos de ellos, según destaca la firmante del fallo que valora el relato realizado por los agentes de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local que entraron en la habitación.

Terror

«Estaba aterrorizada, lloraba y nos decía que no quería denunciar por miedo a las represalias y que lo que más le preocupaba eran sus hijos por si les pudiera hacer algo», afirmó uno de los policías, mientras que otro llegó a señalar que la víctima se había llegado a orinar encima «del terror que había sufrido». Encontraron sangre en el suelo, el cabecero y las sábanas de la cama y él llevaba las manos también manchadas. Asevera la jueza que desconoce lo que exactamente ocurrió en el interior de la habitación, pero que no tiene ninguna duda de que no se trató de una simple caída de la cama como consecuencia del consumo de alcohol, tal y como el abogado defensor de Julián David Gracia señaló en la vista oral. Por todo ello, la jueza le condena a prisión e impone una prohibición de acercarse a menos de 300 metros y a comunicarse con la víctima en el plazo de 5 años.