El enfrentamiento entre dos familias rivales de Torrent, en Valencia, vivió la semana pasada un nuevo episodio de violencia cuando presuntamente se produjo un tiroteo entre ambos clanes en el barrio del Xenillet. Esas mismas familias ya protagonizaron en febrero de 2016 otro tiroteo en el que resultaron heridos de bala un padre y su hijo. Los tres acusados fueron finalmente absueltos. Los testigos declararon en su día que la disputa se originó por una cuestión tan banal como una flatulencia.

No obstante, la Policía Nacional sospecha que toda esta enemistad entre clanes está motivada por el control de la venta de droga en la zona y trata ahora de identificar y detener al autor u autores de los disparos ocurridos la noche del pasado miércoles 28 de abril. Por el momento, los investigadores han tomado declaración tanto a las supuestas víctimas como a posibles testigos de la zona, aunque la ley de silencio impera y nadie afirma haber visto u oído nada, salvo la persona a la que supuestamente iban dirigidos los disparos.

En esta ocasión no ha habido que lamentar heridos y en la zona no se han localizado ni casquillos ni impactos de bala, aunque la víctima afirma que efectuaron tres disparos contra él.

Tras lo ocurrido se produjo otro incidente en la localidad vecina de Alaquàs, donde uno de los implicados amenazó con un arma de fuego a familiares del clan rival. De igual modo, esa misma noche fue incendiada una vivienda de la calle Albocàsser de Torrent, supuestamente como represalia por el tiroteo.