La alcaldesa del Llaurí, la socialista Ana María González Herdaro, fue detenida ayer en València en un control de alcoholemia. Los hechos sucedieron pasados unos minutos del cierre de los locales de copas de la zona de La Marina de Valencia, cuando agentes de la Policía Local dieron el alto en el control rutinario a la regidora de este municipio valenciano de la comarca de la Ribera.

Los agentes sometieron a González Herdaro al test de alcoholemia y este arrojó un resultado muy superior al permitido. De hecho, según pudo confirmar Levante-EMV, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio la tasa de alcohol resultante de la prueba está considerada delito penal, ya que superaba los 0,6 mg/l. La alcaldesa fue detenida y trasladada a dependencias judiciales.

Las consecuencias de superar la tasa de alcohol

El positivo en alcoholemia de la alcaldesa de Llaurí puede tener consecuencias legales serias, incluso el ingreso en prisión. Además del evidente riesgo que acarrea conducir ebria para la propia integridad física y para la del resto de personas, conducir en estado de embriaguez y superar la tasa de alcohol en aire respirado de 0,60 mg/l puede suponer la retirada del carné de conducir entre uno y cuatro años, una multa de varios meses de trabajos a la comunidad e, incluso, una condena menor a prisión de entre tres y seis meses. Esta condena sería insuficiente para que se produjese la entrada en un centro penitenciario, salvo que existan antecedentes penales.