Los hechos tuvieron lugar sobre las cinco de la mañana de ayer en el municipio de Águilas. Un hombre de 36 años de edad perdía la vida al arrojarse por una ventana de un quinto piso cuando iba a ser detenido por violencia de género, indican fuentes cercanas al caso.

La muerte se produjo en un edificio ubicado en la calle Donante de Sangre de la citada localidad costera, aunque el relato de los hechos arranca antes, en dependencias policiales. 

La compañera sentimental de este vecino había denunciado ser víctima de agresiones por parte de su pareja. El hombre se habría refugiado en la vivienda de un pariente, la cual también era conocido por la joven que acudió a pedir ayuda policial. Se activó entonces el protocolo por violencia de género y dado que el sospechoso del delito estaba perfectamente identificado, los agentes acudieron al domicilio en el que sabían que se encontraba: llamaron al timbre y se identificaron.

Al percatarse de la presencia policial, el hombre se tiró por una ventana, al parecer del cuarto de baño en el que se había atrincherado para evitar ser arrestado. El cuerpo ya sin vida (pues, según todos los indicios, murió en el acto por el impacto) fue a parar a un patio de luces.

Al lugar, además de efectivos de la Policía Local y el Instituto Armado, se movilizaron miembros de los Bomberos, para abrir la puerta de la vivienda, que se encontraba cerrada. Los agentes fueron los que llamaron a Emergencias para requerir la presencia de sanitarios, quienes se desplazaron a la vivienda en una ambulancia rápidamente, aunque, una vez allí, solo pudieron certificar la muerte del hombre, que se encontraba en un charco de sangre.

El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde será un examen forense en profundidad el que confirme la causa del deceso. 

Al fallecer el sospechoso, su responsabilidad penal, en el caso de haberla tenido si hubiese seguido en marcha el procedimiento por un caso de violencia de género, queda extinguida, detallan fuentes judiciales.