Un joven de entre 21 y 24 años, según fuentes conocedoras del caso consultadas por este periódico, mató este martes a su progenitor, de 70 años de edad, en torno a las cuatro y media de la tarde del martes en la avenida de Las Caballerizas, en el Distrito Este de Málaga, entre el Mayorazgo y el Limonar, y después huyó en autobús del lugar de autos.

Así, el joven tendría poco más de veinte años y, según las fuentes, estaba diagnosticado de una enfermedad mental, aunque las fuentes no supieron precisar la naturaleza exacta de su mal. "Tenía problemas mentales", especificaron las fuentes consultadas por este periódico, que añadieron que el joven hirió de mortal necesidad a su padre usando un arma blanca, posiblemente un cuchillo.

Las mismas fuentes no pudieron precisar ni el número de heridas ni el lugar en el que la víctima recibió las cuchilladas, pero sí explicaron que los hechos ocurrieron alrededor de las 16.30 horas, después de que varios vecinos de la zona llamaran al número de emergencias para alertar de la existencia de un supuesto homicidio cometido con un arma blanca por parte de un hijo sobre su padre.

Rápidamente, se personaron en el lugar tres coches pertenecientes a la Policía Local y dos del Cuerpo Nacional de Policía, aunque al llegar comprobaron que el sujeto al que buscaban había huido del lugar. Según las mismas fuentes, el supuesto autor de la muerte huyó en autobús del lugar a un sitio indeterminado y rápidamente se puso en marcha un amplio y riguroso dispositivo de búsqueda para capturarlo, un plan que dio sus frutos pasadas las siete de la tarde con la detención del individuo.

Mientras, una ambulancia del 061 atendió al herido, que, pese a todo, no respondió a las maniobras de reanimación cardiopulmonar aplicadas por los sanitarios, que, pese a sus muchos esfuerzos, no lograron salvarle la vida. El herido acabó falleciendo. El presunto autor de la muerte de su progenitor pudo ser detenido en el Centro Histórico de la capital, aunque estas circunstancias no supieron precisarla las fuentes.

La Policía Científica peinó este martes el lugar en busca de evidencias biológicas del suceso