La Guardia Civil ha desarticulado una organización que se dedicaba a robar jamones en secaderos y explotaciones agrícolas de las provincias de Teruel y Valencia para luego revenderlos a un precio inferior al del mercado.

En el marco de la operación, un total de cuatro personas han sido detenidas y otras dos investigadas. Además, se han realizado varios registros domiciliarios en la provincia de Valencia en los que se han recuperado treinta mazas de jamón, embutidos y numerosos lotes de productos con derivados lácteos, valorados en 24.170 euros.

También se han requisado 400 euros en efectivo, así como diversa herramienta empleada para perpetrar los robos, según informa la Guardia Civil.

La operación, fruto de una investigación iniciada a finales de 2017, ha conseguido esclarecer un circuito irregular de compraventa de este tipo de productos, así como su distribución a terceros, quienes compraban el género a menor precio que el ofertado por los secaderos y lo distribuían en el mercado a bajo coste.

De esta manera, obtenían un margen mayor de beneficio y un doble perjuicio a la industria cárnica. Por un lado, la pérdida del producto sustraído y los daños sufridos en las instalaciones durante los robos y, por otro, la posible alteración que supone al mercado de este sector, debido al abaratamiento sobre los precios de venta, lo que origina una competencia desleal, principalmente durante la campaña navideña, han apuntado las citadas fuentes.

Además el producto, una vez sustraído, dejaba de ser tratado de manera adecuada y era almacenado en lugares insalubres, con el consiguiente riesgo para el consumidor final.

Modus operandi

Los componentes de este grupo criminal realizaban reconocimientos previos de la zona para lo que hacían visitas esporádicas tanto a las instalaciones, como a los accesos.

Una vez estudiado el terreno, accedían al recinto cortando la valla metálica que normalmente rodea el perímetro para, seguidamente, mediante escalo, llegar al tejado y acceder desde ahí al interior de las instalaciones.

Una vez dentro, sacaban la mercancía por el mismo sitio que ellos habían entrado, la cargaban en furgonetas y se volvían a la provincia de Valencia, utilizando dos viviendas de una urbanización para guardar la mercancía antes de ser distribuida.

La operación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Teruel y tanto las diligencias instruidas como las personas detenidas han quedado a disposición del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Teruel.