Comienza el juicio contra los hermanos Latasa por homicidio

Ante una gran espectación, ya que este suceso conmocionó a la capital turolense, el fiscal interrogó a los dos hermanos sobre cómo se desencadenaron los hechos, una mañana de abril de hace casi dos años, cuando ambos iban a hacer prácticas a un campo de tiro, con sendas pistolas.

Salvador Latasa, de 55 años, quien se calificó asimismo como "un hombre de paz", resumió lo ocurrido aquella mañana, en la Ronda Ambeles de la capital turolense, como "una serie de infortunios que nos llevó al desastre". "Aquel día -afirmó- se convirtió en una pesadilla".

El fiscal pide, en sus conclusiones provisionales, 16 años cárcel para Salvador Latasa, 8 por la muerte de José Antonio Polo, de 38 años, y otros tantos por las graves heridas que provocaron a José Angel Sánchez, de 27, amigo de la víctima, que habían estado de fiesta y que resultaron alcanzados por los disparos de pistola.

A preguntas del fiscal jefe de la Audiencia, Jesús Gargallo, Salvador Latasa reconoció que junto a su hermano se dirigieron en su coche, con el estuche de su pistola en el asiento trasero, por la Ronda de Ambeles para tomar un café antes de ir al campo de tiro.

Al pasar junto al edificio de ERZ-Endesa, dijo, oyó como alguien les llamaba y pensó que era un conocido de su hermano, paró y echó marcha atrás unos metros y vio como un hombre con una peluca se introdujo por la ventanilla delantera derecha.

A partir de ahí, todo fue muy rápido "visto y no visto", oyó que su hermano se refería al "arma" que había en el asiento trasero y que esa persona podía coger, que intentó acelerar y se dio cuenta que el coche no podía avanzar porque estaba sin las llaves, que las había cogido la víctima.

Reconoció que salió corriendo para coger la pistola, ya que la persona que se introdujo por la ventanilla estaba forcejeando con su hermano, y que hizo disparos al aire, a la vez que oía expresiones como "te voy a matar" y otras por parte de su hermano de que tuviera cuidado "que nos vamos a pegar un tiro".

Definió al presunto agresor como una persona "en estado de furia descomunal", que gritaba expresiones como "te voy a matar", que apreció como rompía un vaso y se abalanzaba sobre él por lo que "hice disparos de protección, jamás apunté".

Su hermano Miguel Angel, de 59 años, para quien pide el fiscal ocho años de cárcel por tentativa de homicidio, también declaró que este hombre, al que no conocía de nada y que "casi me dobla en volumen", le produjo un "temor instantáneo", y que al ver que se estiraba hacia la parte de atrás donde estaba el estuche con la pistola intuyó un gran peligro, que aquello no era la broma que pensó inicialmente.

El fiscal, que reconoce la atenuante de miedo insuperable, pide asimismo una indemnización de 212.000 euros y 10 años de alejamiento de la familia de la víctima, cuyo abogado solicita 31 años de prisión por un delito de asesinato.

La defensa, que ejerce el letrado zaragozano Enrique Trebolle, solicita la absolución de los dos hermanos porque, sostiene, actuaron en legítima defensa, mientras que el letrado del joven que resultó herido, José Angel Sánchez, 14 años de prisión.