Un religioso francés reconoce 50 agresiones sexuales cometidas a menores en 15 años

Pierre-Etienne A. ha dado cuenta de esas agresiones a los investigadores que lo han interrogado desde su detención el pasado día 4, aunque varios testimonios recogidos por el diario popular apuntan a que la comunidad de las Beatitudes, a la que él pertenecía estaban al corriente desde 1998 pero no lo habían denunciado a la Justicia.

Según su testimonio, el mes de julio lo confesó a una amiga a la que pidió que lo denunciara porque él no tenía "el valor" para hacerlo.

Su amiga acudió a la justicia justo un mes después aunque no fue hasta febrero cuando empezó la investigación.

"Mis superiores estaban al corriente desde hacía tiempo", declaró Pierre-Etienne A. al periódico.

Un sacerdote de la comunidad escribió una carta el pasado 23 de enero a la Fiscalía de Rodez (sur), encargada del caso, en la que indicaba que había sido informado por "tres altos dirigentes de la comunidad" de los delitos de pederastia de Pierre-Etienne A. en verano de 1998.

La información evidenciaba el "temor" de la cúpula de la comunidad a dañar su imagen si el caso llegaba a manos de la justicia.

En un correo dirigido hace un mes a los miembros de las Beatitudes, el fundador de la comunidad, Gérard Croissant alias "Frère Ephraïm", cuenta su "poca fe" en la justicia y cita la Biblia: "¿Cómo permitís que sean los paganos y no los santos quienes juzguen al 'diferente'?".

Pierre-Etienne A., que ya fue objeto de un procedimiento judicial en su contra en 2001 y que fue relevado, a petición propia, de sus votos religiosos en 2005, dice lamentar que su comunidad "no haya hecho sus deberes" y cree que silenciaron sus delitos por pertenecer al equipo fundador de las Beatitudes.

En una entrevista a "Le Parisien", el agresor asume sus actos y pide perdón al medio centenar de menores de los que abusó en distintas sedes que la comunidad tiene en Francia.

La comunidad de las Beatitudes, fundada en mayo de 1975 con la finalidad de unir a los "fieles solteros consagrados", los "sacerdotes y religiosos" y las "familias", está en el punto de mira de las asociaciones de lucha contra los movimientos sectarios en Francia.