El nuevo accesorio de baño que está reemplazando al bidé en los hogares españoles
La comodidad, el ahorro de espacio y el bajo coste explican el cambio de hábitos

Aseos / Archivo
Durante décadas, el bidé fue un elemento imprescindible en los baños españoles. Sin embargo, su presencia ha ido desapareciendo poco a poco, desplazada por una alternativa más práctica y económica: las mangueras higiénicas o duchas de mano para inodoro.
En los catálogos de las grandes superficies de bricolaje y reformas, estos dispositivos se han convertido en uno de los productos más vendidos para baños pequeños o reformas rápidas. La tendencia es clara: cada vez se instalan menos bidés y más rociadores de higiene.
El bidé fue, durante buena parte del siglo XX, un símbolo de higiene y comodidad doméstica. Su instalación venía de serie en casi todas las viviendas nuevas. Pero los cambios en el tamaño de los pisos, el ritmo de vida y las nuevas prioridades de diseño lo han relegado a un papel casi testimonial. Hoy, muchos promotores y decoradores prefieren aprovechar ese espacio para ampliar la ducha o instalar muebles de almacenaje. Además, las nuevas soluciones de higiene —más compactas y de fácil instalación— hacen innecesario el bidé tradicional.
La alternativa práctica
Las llamadas duchas higiénicas o mangueras para inodoro funcionan con un principio simple: un pequeño rociador de mano conectado a la toma de agua del WC permite la limpieza íntima con un chorro regulable. En la práctica, ofrecen la misma funcionalidad que un bidé, pero sin ocupar espacio adicional.
Su instalación también es sencilla. Solo se necesita una toma de agua cerca del inodoro (la misma que alimenta la cisterna) y un pequeño adaptador en forma de T para derivar el flujo hacia la manguera. En la mayoría de los casos no se requieren obras ni desagües adicionales. El montaje se completa con un soporte de pared para el rociador, fijado junto al inodoro.
Entre los requisitos básicos del baño están:
• Una conexión de agua fría (rosca estándar G 1/2”).
• Espacio lateral para colocar el soporte del rociador.
• Un cierre de seguridad o válvula para evitar fugas cuando no se usa.
Ahorro, comodidad y precio
Otra de las razones del auge de estas mangueras es el precio. Los kits completos —que incluyen manguera, rociador y soporte— pueden encontrarse desde 10 euros en tiendas online, mientras que los modelos más robustos en acero inoxidable rondan los 60-80 euros. En comparación, la instalación de un bidé nuevo puede multiplicar ese coste y requiere fontanería y desagüe propio.
Además de ser más económicos, estos sistemas ayudan a ahorrar agua en comparación con el bidé tradicional y resultan más cómodos para personas con movilidad reducida, al poder utilizarse directamente desde el inodoro.
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