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Trastornos de la conducta alimentaria

Realidad virtual para reforzar la terapia ante los problemas de alimentación

Investigadores de la UA diseñan un programa inmersivo para trasladar al paciente a la cocina de su casa y evaluar su reacción ante la comida

La profesora Elisabeth Cañas desarrolla en la Universidad de Alicante un software de realidad virtual contra las fobias

Rafa Arjones

A. Fajardo

Enfrentarse, en plena consulta psicológica, a lo que a una persona le genera miedos o ansiedad al entrar en la cocina de su casa. Es una de las posibilidades en la que está trabajando la Universidad de Alicante (UA) a través de un proyecto piloto que utiliza realidad virtualpara complementar la terapia en pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como puede ser la anorexia, la bulimia y el trastorno del atracón. La iniciativa busca convertir la exposición a situaciones problemáticas en una experiencia inmersiva, personalizada y de bajo coste.

El proyecto permite que a partir de una captura 360 grados del entorno real del paciente (como cocina, comedor o vestuarios de gimnasio), se generen entornos virtuales con imágenes reales de la casa del paciente a las que se enfrenta con unas gafas de realidad virtual.

El trabajo está coordinado por la profesora de la Universidad de Alicante (UA), Elisabeth Cañas, del grupo de investigación Psicología Aplicada a la Salud y Comportamiento Humano (Psybhe), junto con el grupo de Robótica, Visión y Tecnologías Inteligentes (RoViT), liderado por Miguel Ángel Cazorla.

El terapeuta, desde la consulta, puede observar lo que ve el paciente, guiar la sesión y medir indicadores como la atención visual y la ansiedad

Elisabeth Cañas, coordinadora del proyecto

"El terapeuta, desde la consulta, puede observar lo que ve el paciente, guiar la sesión y medir indicadores como la atención visual y la ansiedad en tiempo real. Se priorizan técnicas de exposición con prevención de respuesta y desensibilización sistemática", explica la coordinadora.

Así, con este software el psicólogo puede observa lo que el paciente ve en tiempo real y puede guiar la intervención, evaluando la ansiedad y la atención (mirada) del paciente e ir más allá de las terapias tradicionales. "La realidad virtual ofrece una experiencia inmersiva que supera las limitaciones de la imaginación y permite personalizar el entorno del paciente. Además, podría extenderse a otros trastornos de ansiedad de tipo fóbico, como miedo a las alturas o a las arañas, con aplicaciones similares", añade Cañas.

En fase de pruebas

El proyecto, actualmente se encuentra en fase de prueba de concepto y está planificada una prueba piloto en el centro de Recuperación Emocional y Alimentaria de la Universidad Miguel Hernández (UMH). Es un centro de día asistencial para el tratamiento de las personas que sufren trastornos de la conducta alimentaria ubicado en el Parque Científico de Elche, que además es referencia provincial.

En sus instalaciones han constatado que los trastornos alimentarios han crecido un 30% desde la pandemia y que la edad media de los que lo sufren han bajado a los 12 años. También se han percatado de que el atracón para calmar la ansiedad es el problema alimentario más frecuente, pero el menos tratado, porque todavía poca gente pide ayuda por ello.

La profesora de la UA, Elisabeth Cañas, coordina un proyecto para implementar realidad virtual en las terapias con trastornos en la alimentación.

La profesora de la UA, Elisabeth Cañas, coordina un proyecto para implementar realidad virtual en las terapias con trastornos en la alimentación. / Rafa Arjones

Además, los investigadores de la UA prevén colaborar con una clínica en Sevilla para avanzar hacia la fase de ensayo clínico con el software que han creado y que ya ha recibido reconocimientos institucionales en la Comunidad Valenciana, como el Premio Impulso de la UA .

La iniciativa se probará con pacientes del centro CREA de la UMH y en Sevilla

Primeros resultados

Se espera disponer de resultados preliminares en 2026, tras la ejecución de la prueba de concepto y la posterior solicitud de subvenciones para la fase piloto.

Elisabeth Cañas subraya que el enfoque personalizado en entornos reales podría marcar una diferencia notable en el manejo clínico de los trastornos de la alimentación.

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