Entrevista |

Lio Malca, coleccionista y fundador de La Nave Salinas: «Cuando veo algo que me gusta, ya me lo imagino en La Nave»

Hace diez años, logró la cesión de un antiguo edificio salinero para convertirlo en la sede de la Fundación La Nave Salinas, dedicada a la divulgación del arte contemporáneo en Eivissa. Este sábado inaugura una exposición del artista Spencer Lewis y tiene otros proyectos en su cabeza, conjuntamente con su equipo formado por Isaac Malca y Héctor González.

Lio Malca junto a la entrada de La Nave Salinas. | J.A.RIERA

Lio Malca junto a la entrada de La Nave Salinas. | J.A.RIERA

David Ventura

David Ventura

Ibiza

¿Con qué novedades celebrarán la primera década de La Nave?

Lo más nuevo es que nos hemos dado cuenta que el verano se ha extendido y nosotros también alargamos. Es la primera vez que tenemos La Nave abierta desde junio hasta octubre. Para darle un poquito más de dinamismo a la muestra y compartir un poco más con la isla, hemos decidido hacer dos exposiciones, partiendo el verano en dos. Ese es el cambio más grande que tenemos desde nuestro inicio, porque siempre habíamos hecho una sola exposición en verano. Así, este sábado empezamos con ‘La Noche de Día’ de Spencer Lewis, que permanecerá hasta el 8 de agosto, y el 16 de agosto empezará otra muestra.

Malca posa junto dos obras de la exposición que se inaugura este sábado. | J.A.RIERA

Malca posa junto dos obras de la exposición que se inaugura este sábado. | J.A.RIERA

Spencer Lewis es un pintor poco conocido y que, en esta ocasión, ofrece una muestra de pinturas abstractas. Por este espacio han pasado promesas y estrellas consolidadas, figurativos y abstractos. Artistas muy distintos. ¿Qué hilo conductor hay en todos ellos?

El primer instinto es algo visceral para mí. Yo veo artistas constantemente. Como tú dices, hemos mostrado una gama bastante abierta de artistas. La idea fue mostrar primero obras que la gente reconociera para que nos visiten, nombres de trascendencia internacional. Y luego, una vez ya nos conocían, quisimos darles la oportunidad a los que nos visitan de mostrarles algo que no conocen, a artistas más jóvenes.

¿Qué ha de ver en un artista para querer traerlo a aquí?

Que cuando veamos estas obras ya no nos las podamos quitar de la mente y ya nos las imaginemos en las paredes de la nave. Que sea verlas y ya querer compartir con la isla esos artistas que nos gustan y pensar de qué forma tenemos que vestir la nave para poder mostrar estas obras. Cuando digo que nos gustaría es con el equipo Isaac Malca, mi sobrino y director de La Nave, y Héctor González, director cultural, que son parte de este trabajo de selección. Nos sentamos y hablamos hasta lograr un definitivo cómo, qué y cuándo.

¿Cuándo empezó con este proyecto, se imaginó que en diez años estaría en este punto?

La razón primordial de La Nave es que yo llevo viniendo a la isla desde hace más de veinte años, y la isla me ha regalado momentos muy especiales, amistades increíbles. Me sentía un poco en deuda con la isla y dije, ¿qué puedo hacer yo en la isla para responder a esa inmensa generosidad? Pensé que aquí ya hay muchos restaurantes, muchas discotecas, lugares de ocio en general. Entonces, ¿por qué no hacer algo con el arte que es mi pasión y de lo que creo que sé un poco más? Empecé a buscar un espacio y apareció la nave y fue como un amor a primera vista. El lugar es perfecto, la estructura, la solidez, los muros de piedra, la historia. Esto es como una respuesta a la generosidad de la isla conmigo y fue cuando tomé la decisión de crear la fundación para compartir con los que nos visitan y con los locales un poco de arte y de cultura.

Este espacio tiene muchas posibilidades porque es una caja vacía y puede hacer con ella lo que quiera. Pero claro, una caja hay que saberla llenar...

Claro, es complicado por lo que tú dices. Es una caja pero es una caja que tiene una presencia y una fuerza gigante por la forma como está construida. Ves las piedras y estos muros, que tienen aproximadamente un metro de ancho, ves su solidez, y no es fácil colgar aquí cualquier cosa. Nos ha tomado mucho tiempo escoger nuestros artistas, cómo hacerlo y tratar que, cada vez que alguien nos visita en una exposición, lograr que sea un espacio diferente.

Usted reside principalmente en Nueva York. ¿Cómo lleva el proyecto de La Nave desde la distancia?

Yo digo que cada año paso seis meses en Tulum, seis meses en Nueva York y seis meses en Eivissa. No sé cómo, pero caben.

Además de las dos exposiciones, ¿qué más tendremos este verano?

La primera novedad es que tendremos dos grupos de coleccionistas que vienen de todo el mundo y que nos visitarán durante las exposiciones. Son coleccionistas de talla mundial que están armando museos o tienen sus colecciones privadas y que vienen específicamente a visitarnos para ver las muestras. La segunda es que somos aliados estratégicos de la feria de arte CAN de Eivissa. Tendremos las actividades de Kids Play, donde invitamos a los niños de la isla que viven aquí o que están de vacaciones para que vengan los fines de semana a hacer actividades que tengan que ver con la muestra que estamos exhibiendo. Son unos talleres público-educativos en los que queremos que los niños se acerquen al arte contemporáneo. Nosotros preparamos una actividad en la que ellos ven la muestra y trabajan artísticamente en torno a ella. Y después, en octubre tenemos otro proyecto educativo que se llama la Escuela de la Nave en el que invitamos a los diferentes CEIPs de la isla a que vengan a visitarnos. Para mí, esta parte de invitar a los niños es casi tan importante como la muestra. Quisiera creer que a algunos de estos niños se les despierte la vocación artística después de venir aquí. Despertar su potencialidad como artistas. Si lo logramos, sería muy satisfactorio.

Usted que tiene que tratar cotidianamente con artistas, ¿no le parecen unos tipos insufribles?

Para nosotros es como una relación. Y no solamente una relación con la pintura, sino con ellos, con su familia. Les invitamos a que sean parte de nuestro ecosistema. Les invitamos a que vengan a Tulum, a nuestro hotel o a nuestra residencia de artistas. No se trata solo de la obra que acaba colgada o mostrada en las paredes, sino es la relación que se crea y queremos tener a largo plazo. Es como una familia. Estamos muy en contacto con los artistas. Hablamos con ellos casi semanalmente. Les ayudamos en su carrera. Queremos que ellos se dediquen a pintar y a ser creativos, y nosotros ya les ayudamos en todo lo otro que no sea la pintura y la creatividad.

¿Cómo se imagina La Nave dentro de diez años?

Cree que nos expandiremos un poco... quizá fuera de la época del año en el que estamos ahorita. O quizás la compartiremos con artistas para que vengan a crear obra aquí y que luego vamos a mostrar en el verano. Darles este espacio en invierno. Y seguir mostrando artistas reconocidos o no reconocidos. La verdad que pienso que el formato será parecido, pero que tengamos un alcance mucho mayor internacionalmente. Hemos ido creciendo, obviamente.

También creo que es importante consolidar y mantener el compromiso con los proyectos que hacemos con los colegios, para los niños, para las escuelas, para las visitas. Mantenerlo, consolidarlo e incluso ampliarlo.

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