El cura investigado por abusos y el exdirector del Highlands, más que compañeros: vínculos familiares, empresariales y lealtad a Marcial Maciel

¿Quién llevó al capellán Marcelino de Andrés, mano derecha del Marcial Maciel, responsable de abusar de al menos 60 niños, a trabajar en un colegio? Es una de las principales cuestiones que flotan en el entorno del caso Highlands-El Encinar, que sentará en el banquillo a un sacerdote y dos profesoras de este colegio de La Moraleja, uno de los más elitistas de Madrid. La respuesta corta es su exdirector, Jesús María Delgado. Un hombre que dimitió en cuanto estalló el escándalo en los medios de comunicación.

Tras su renuncia, la dirección del colegio ha sido asumida por Marilú Álvarez, que ya formaba parte del equipo docente y que ha firmado todos los comunicados del centro tras el inicio de la investigación, desvinculándose de la antigua dirección y de una supuesta fiesta de despedida que iba a recibir Delgado.

Pero la respuesta es más larga: EL PERIÓDICO ha podido saber que Jesús María Delgado no eligió por azar a Marcelino de Andrés para que ocupase el puesto de guía espiritual de las niñas de 6 y 7 años que ahora le acusan de haber abusado sexualmente de ellas. Ambos hombres tienen una estrecha relación desde hace años. Un vínculo que tiene conexiones en el plano de familiar, de amistades e incluso empresarial.

El primero de los puntos de unión entre el exdirector del Highlands y De Andrés es la fidelidad de ambos a Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo; una congregación religiosa manchada por los abusos sexuales a menores. Sin ir más lejos, esta semana se ha conocido la imputación de uno de sus miembros en México, Antonio María N., por tres presuntos casos de abusos a menores en el municipio de Naucalpam. 

La macabra tradición de abusos sexuales a menores en el seno de los Legionarios de Cristo la inició su propio creador. En marzo de 2021, la Congregación publicó un informe detallando lo que era un secreto a voces: los nombres de 27 sacerdotes acusados de cometer abusos sexuales a menores desde su fundación en 1941 hasta ese año.

Este informe fue producto de una investigación interna de los Legionarios y reconoce abusos a 170 víctimas por parte de 27 miembros de la orden, incluido Marcial Maciel, en cuyo funeral coincidieron, tal y como recoge la foto de 2008 que abre este reportaje, exdirector y acusado. Marcelino tuvo una vinculación mucho más estrecha con Maciel, hecho que no fue óbice para que Jesús María le contratase para trabajar con menores.

Empresas

Los vínculos entre Jesús María Delgado y Marcelino de Andrés no se limitan a la lealtad a Maciel; también se extienden al terreno de las empresas y el ámbito familiar. Este periódico ha podido saber que Jesús María Delgado creó varias empresas a través de los Legionarios de Cristo.

Algunas de ellas están relacionadas con el ámbito de la educación. Pero otras, con un capital de casi 7 millones de euros, están directamente relacionadas con otras actividades como por ejemplo Inmobiliaria Sarriambell. "Un capital social y una actividad muy llamativas para ser una congregación religiosa dedicada a la educación", explica una de las fuentes próximas a la investigación.

La información obtenida por este diario corrobora que Jesús María ocupó el puesto de presidente de dicha sociedad, ya extinguida, mientras que uno de los hermanos de Marcelino de Andrés fue designado para ocupar el puesto de consejero. Una empresa cuyo propietaria era una sociedad llamada Fomento y Apoyo Educativo SC y que tiene su sede en la capital de México, que es el lugar desde el que opera la central de los Legionarios de Cristo.

De testigos al banquillo

La sensación de que entre el equipo directivo y docente del Highlands se conocían estos abusos se esparce entre las familias de las niñas. Durante uno de los turnos de declaraciones, la madre de una de las víctimas aseguró haber pedido una tutoría con la profesora de su hija para hacerle ver el mal estado en el que se encontraba la pequeña, a lo que la tutora le contestó que la niña era la más alegre de la clase.

Esa profesora y su compañera (Miss Madeleine y Miss Mariou) deberían haber declarado ante la juez de instrucción de Plaza de castilla este mismo martes, pero su situación procesal ha cambiado. La magistrada decidió que ambas comparezcan en calidad de imputadas, por lo que han sido llamadas a declarar el próximo mes de septiembre.

"Los testimonios de las víctimas que denunciaron los abusos de los Legionarios de Cristo durante toda la historia coinciden con los patrones de silencio que estamos viendo en los casos sucedidos en el Highlands", concluyen a este diario estas fuentes. Creen que había profesores que sabían más de lo que dijeron. Que una de las profesoras reconoció que ella no dejaba que sus hijos se acercasen a Marcelino. Ahora quieren que se sepa quién conocía aquellas prácticas de Marcelino y que se depuren todas las responsabilidades.

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