Sentido adiós a Tyson, un perro de Ibiza que pasó «toda una vida en una jaula»

«Me gusta pensar que ahora corre libre, junto a todos esos que se fueron antes que él y que forman nuestra manada de ángeles. (...) Buen viaje, amigo. Ha sido un placer increíble conocerte». Es parte del final de la emotiva carta con la que el veterinario del centro de protección animal de sa Coma, Miguel Quiñones, se ha despedido de Tyson, uno de los veteranos de las instalaciones, que falleció este viernes sin llegar a encontrar una familia.

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«Hoy nos ha dejado Tyson. Lo ha hecho de la misma manera que ha vivido los últimos nueve años: sin hacer apenas ruido, importándole muy poco a la mayoría, importándole muchísimo a unos pocos», comienza su carta Quiñones, que no es la primera vez que dedica un mensaje así a los animales de los que cuida cada día en el centro. Nadie que quiera a un animal puede leer el texto, publicado en redes sociales, sin que se le escapen las lágrimas.

Quiñones recuerda que ya es el tercer veterano que fallece en lo que va de año: «Monty y Rocco se fueron también tras toda una vida en la jaula. Se suman a una lista que ya empieza a ser demasiado larga: Zeus, Junior, Drago, Kinder, Shiva, Zeus 2, Senda, Karma, Laika, Bola, Dog, India... Demasiados nombres ya, demasiados que no lo consiguieron».

Una muesca más "en el alma"

Para él, la marcha de cada uno de ellos ha sido «una muesca en el alma». Quiñones asegura que todos ellos eran «animales maravillosos y con personalidades únicas, seres especiales a los que nadie supo ver a través de los barrotes». Y lamenta que, precisamente, es cuando fallecen, cuando él escribe estas cartas, «cuando se hacen mediáticos, cuando salen incluso en periódicos». «Pero viven toda la vida olvidados, donde apenas son visibles, donde apenas importan», insiste el veterinario, que se siente impotente ante la situación que ve cada día.

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«Ya no sé ni qué reflexión hacer a estas alturas, porque pasan los años y sigue ocurriendo, los centros siguen llenos, la gente sigue sin responsabilizarse, las soluciones siguen sin llegar. A veces ya no apetece ni intentar entenderlo. Lo que está claro es que tenemos un problema muy grande en este país con eso que llaman tenencia responsable», afirma.

Quiñones asegura que Tyson era «uno de los perros más obedientes» que ha conocido jamás y «un guerrero indestructible». Y se fue «en los brazos de la voluntaria que lo sacó cada día en los últimos años, acompañado de su gente». «Nunca encontró el hogar que se merecía, pero tuvo el ‘hogar’ que pudimos darle. Lo triste es que eso sea más de lo que muchos consiguen», continúa su reflexión el veterinario de sa Coma, que confiesa que, aunque no es «muy creyente», siente que todos ellos, Zeus, Junior, Drago, Kinder, Shiva, Zeus 2, Senda, Karma, Laika, Bola, Dog, India... y ahora Tyson, están siempre con él.

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