Roberto Martínez, formador en Derechos Humanos: «No aprovechar lo que tenemos es una falta de respeto para los que lo necesitan»

Roberto Martínez, formador en Derechos Humanos y valores de Manos Unidas, llegó el lunes a Ibiza para dar una clase a profesores de la Mare de Déu de les Neus. El resto de la semana ha ofrecido charlas a alumnos de Secundaria de centros concertados de la isla y termina este viernes con una clase es Sa Real y una en Sa Serra.

Roberto Martínez, formador en Derechos Humanos y valores, en la sede de Diario de Ibiza.

Roberto Martínez, formador en Derechos Humanos y valores, en la sede de Diario de Ibiza. / VICENT MARÍ

Estela Torres Kurylo

Estela Torres Kurylo

Ibiza

«No nos importa ganar o perder, siempre que alguien pierda más que nosotros. Ese es el problema de nuestra sociedad», comenta Roberto Martínez, formador en Derechos Humanos y valores de Manos Unidas, como una de las frases que suele utilizar en sus charlas a alumnos de Primaria y Secundaria. Esta misma la ha repetido este jueves por la mañana en una clase que ha impartido en el colegio Nuestra Señora de la Consolación de Ibiza, donde Martínez lleva desde el lunes. Llegó a la isla para dar una clase a los profesores del colegio Mare de Déu de les Neus de Sant Jordi y ha aprovechado la semana para presentar la campaña anual de Manos Unidas, ‘Compartir es nuestra riqueza’, en colegios e institutos concertados de la isla.

«Tenemos una sociedad agresiva [...] Somos tan rastreros que pensamos ‘Si no gano yo, por lo menos que el otro gane menos que yo’», continúa Martínez. Por este motivo, una parte de la campaña de Manos Unidas pretende educar a los alumnos en valores para que sepan «lo que deberían hacer ellos para cambiar un poquito el mundo», indica el formador.

Martínez es colaborador de Manos Unidas desde hace 40 años y desde hace 21 recorre España para impartir cursos tanto a los alumnos de universidades como a los de centros de Secundaria. Con sus años de experiencia, considera que a éstos últimos, los más jóvenes, es importante concienciarles «e incluso habría que hacerlo más», afirma.

Concienciación a menores

Le encanta formar a «los chavales», pero considera que «están en una situación bastante pasota» porque «son bastante pequeños todavía». Martínez se da cuenta de la aceptación que tienen los alumnos por su nivel de atención en las clases, que suele ser poco. Por ello utiliza «dinámicas de grupos, literatura, cuentos, vídeos postpublicitarios» y todo lo que encuentre a su alcance.

Para concienciar a los alumnos, Martínez trata de comprometerles con la realidad de su entorno. Tiene en cuenta que cuando les habla de los diferentes proyectos de Manos Unidas en África o en Asia y les pregunta a los alumnos cómo creen que podrían ayudar, siempre le responden que «dando dinero o donando comida». Algo que el formador rebate con un claro «no». «Lo primero es que aprovechen lo que tienen aquí, porque lo que no aprovechan es una falta de respeto para quienes lo necesitan», apunta.

Con su veteranía, Martínez afirma que es más sencillo ser solidario o querer ayudar si se está acostumbrado a sufrir: «Hice un viaje de formación con Manos Unidas a la República Democrática del Congo y se deshacían con nosotros. No tenían nada y lo poco que tenían lo compartían».

«Los que no tienen, valoran lo que tienen, que es el asunto», reitera Martínez, que apunta que se ha llevado «sorpresas desagradables» en algunas formaciones.

El valor de compartir

En éstas, Martínez ha preguntado a los alumnos qué les parecería que, de todo lo que tienen, tuvieran algo menos y así todos los niños de su edad en España podrían comer tres veces al día: «Alguno me decía que le parecía mal porque ellos lo que tienen es porque se lo merecen, porque sus padres han trabajado para ganárselo y que hay gente que es vaga», detalla el formador.

La explicación a este tipo de respuestas Martínez la encuentra, sin duda, en «los adultos a los que escuchan los niños y la televisión [...] porque ésta es al final una forma de control», indica.

Por este motivo, cree que cuando trabaja en la educación en valores: «El primer valor fundamental que se tiene que trabajar en nuestras sociedades es el sentido crítico». Para trabajarlo, Martínez recomienda a los alumnos «que no se dejen manipular, que se pregunten cosas y que lo que les parezca injusto, lo cuestionen y no se lo crean porque se lo diga un adulto». Por esta razón, el formador destaca la importancia de «educar en personalidad, en generosidad, en humanidad y en equidad».

Un cambio de actitud

Para conseguirlo, indica: «No me vale para nada que se vayan a casa y cuenten que un tío les ha dicho algo muy interesante. A mí me interesa que cambie un poco su actitud».

En este sentido, afirma con alegría que hay gente a la que consigue llegar, y tiene constancia de ello: «Ayer [por el miércoles] estuve en un colegio de Sant Antoni y se acordaban de que fui el año anterior a impartir la formación». Esta es una manera que, unida a sus años de trabajo, le hace pensar que los alumnos «se acuerdan un poco del mensaje».

Por el contrario, las formaciones a docentes son algo diferentes. En el caso de la clase que ha impartido a los profesores del Mare de Déu de les Neus, consiste en tres o cuatro sesiones que suman 20 horas de formación en las que Martínez propone dinámicas y ejercicios para refrescar conocimientos. De ellas, además, espera aprender algo: «Tengo una lista con casi 120 cortometrajes que me han ido aportando profesores que tengo como alumnos», apunta, y admite que muchos de ellos los ha aprovechado luego en charlas de Universidad.

Teniendo en cuenta los centros de Ibiza en los que Martínez ofrece las charlas, explica que no las imparte en los públicos «porque ellos no lo incluyen en su programa» y considera que puede deberse a que cada vez se les pide rellenar más documentos para conseguir llevar adelante las charlas. «Cuando empecé a trabajar aquí fui al IES Sa Colomina, al IES Sa Blanca Dona... Trabajé en todos y educaba en valores», apunta, e indica que es lo que sigue haciendo ahora.

Martínez ha sido catequista toda su vida. Es creyente, cristiano, católico practicante pero indica que como profesor de Catequesis: «Jamás he querido hacer buenos católicos o cristianos. Quería hacer buenas personas. Tenemos que educar buenas personas. Luego cada cual decidirá lo que quiera».

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