El alcalde de un pueblo de Italia prohíbe a los residentes, por decreto, que enfermen

Belcastro tiene 1.300 habitantes, pero ya no hay médico. No hay ningún servicio médico en las inmediaciones y el hospital más cercano está a 45 kilómetros de distancia.

En su nuevo decreto, el alcalde Antonio Torchia instó a la población a "evitar cualquier enfermedad que requiera intervención médica, especialmente en casos de emergencia, y a descansar lo máximo posible". Más de la mitad de los habitantes de su municipio son ancianos, como ocurre en muchos pueblos italianos.

Italia es uno de los países que más sufre por el envejecimiento de su población. El año pasado el número de nacimientos cayó por decimosexta vez consecutiva. En el primer semestre de 2024, nacieron un 2 por ciento menos de bebés que en el mismo período del año anterior.

Una llamada de atención

El alcalde considera su decreto una "provocación irónica" para llamar la atención sobre el problema. Y eso tiene cierto éxito. “Debo decir que mi decreto tiene más efecto que las decenas de cartas que envié al servicio provincial de salud y al gobierno”, responde. Torchia ha explicado a la agencia de noticias Ansa: "Desde el pasado mes de junio estoy esperando a que se active el servicio de salud en Belcastro, un derecho, además, consagrado en la Constitución, pero nadie me ha dado respuesta de momento. Espero que mi iniciativa sacuda algunas conciencias a nivel político y sanitario y que se adopten lo antes posible las intervenciones necesarias para resolver esta lamentable situación".

Por cierto, Torchia no es muy original. En 2015, el alcalde del pueblo italiano de Sellia hizo lo mismo. Existía la amenaza de una tasa impositiva más alta si un residente enfermaba.