RELEVO

Expertos radiografían los nuevos aires de la Casa Real: menos militares; más mujeres y jóvenes

Los cambios en la Zarzuela están "muy estudiados" para consolidar el papel de Felipe VI y proyectar el de la Princesa, aseguran los entendidos

Los Reyes Felipe VI y Letizia durante la visita a la localidad de Chiva, tres semanas después de la DANA

Los Reyes Felipe VI y Letizia durante la visita a la localidad de Chiva, tres semanas después de la DANA / EUROPA PRESS

Mariola Riera

"Una monarquía renovada para un tiempo nuevo" fue el compromiso ante el Parlamento español de Felipe VI hace diez años al ponerse al frente de la Jefatura del Estado. En ello está el monarca, que en todo este tiempo no ha dejado de dar pasos en esa línea, si bien de forma tranquila y meditada. En ese contexto, se enmarcan los diversos cambios acometidos este 2024 entre los altos funcionarios de la Casa Real, cuatro ya de calado, los dos últimos para colocar a dos mujeres en destacados puestos de responsabilidad: la abogada Mercedes Araujo, al frente de la secretaría general, y Carmen Castiella, como consejera diplomática –es embajadora ahora en Panamá– al lado de Camilo Villarino, jefe en Zarzuela desde el pasado enero cuando sustituyó a Jaime Alfonsín, ahora asesor privado del Rey.

Ambas, Araujo y Castiella, de 55 y 52 años, respectivamente, tomarán posesión a principios de diciembre y darán el relevo a Domingo Martínez Palomo y a Alfonso Sanz Portolés. Un cuarto cambio –ha habido otros, pero de menor relevancia– llegó la pasada primavera al poner al frente de la secretaría de la Reina por primera vez a una mujer, la abogada María Ocaña, de 51 años, sustituta de José Manuel Zuleta.

Cambios que tienen una lectura con múltiples variantes, aunque dos muy destacadas: la generacional, que pasa por "rejuvenecer" el organigrama de la Casa Real, y la imperiosa adaptación a los nuevos tiempos a los que no debe ser ajena la institución monárquica como, por ejemplo, en paridad. No pasa desapercibida, además, cierta "desmilitarización" de los cargos.

Es la reflexión que realiza Carlos Fuente Lafuente, exdirector de protocolo de la Fundación Princesa de Asturias y actual director de los estudios universitarios en dicha materia en la Universidad Camilo José Cela. "Están muy estudiados y contrastados para dar un nuevo aire a la Casa Real y consolidar no solo el papel del Rey, sino la proyección de su heredera, la Princesa de Asturias, Leonor, que cada día asume más funciones institucionales", apunta el también vicepresidente del Observatorio de Protocolo y Eventos.

En primera lugar, Fuente señala un motivo inevitable para Felipe VI a la hora de promover estos cambios: "Se deben principalmente a razones forzadas, es decir, al cumplimiento de la edad reglamentaria, que en esta institución no debe superar los 70 años". La medida de edad de los altos cargos ha bajado de 64 a 57.

Todo esto ha facilitado al Rey, al mismo tiempo, formar su propio equipo. De hecho, en el organigrama hasta hace un año había muchas personas que ejercían de antiguo, como por ejemplo el citado Zuleta, junto a la Reina Letizia desde 2014 pero en Zarzuela ya desde mediados de los años 90, o Jaime Alfonsín, también jefe de la Casa desde hace una década y, anteriormente, en la Secretaría del Príncipe desde 1995. Ambos y otros más que se van no han ejercido, precisamente, en una etapa sencilla, sino todo lo contrario. "Han sido unos años muy complejos, especialmente desde la abdicación de Juan Carlos I, que precisamente no ha facilitado la obligada transición", puntualiza Fuente.

Todo son cambios inevitables. Y los que lleva a cabo Felipe VI para adaptarse son "correctos". "Como todo lo que hace la Familia Real, que es ejemplar. Proyectan una excelente imagen siempre", opina la filósofa y exconsejera de Estado Amelia Valcárcel. "En todas partes se ve y verdaderamente están consiguiendo un respeto que se merecen mucho", dice la asturiana. Es histórica la destacada presencia de mujeres en el nuevo organigrama de Zarzuela, si bien Valcárcel, todo un referente del feminismo en España, cree no conveniente valorar las elecciones del monarca: "Todos sus pasos son correctos y en sus últimas apariciones públicas lo están haciendo muy bien. Es normal que quieran tener a su lado de asesores a los que mejor creen que les pueden servir". Carlos Fuente advierte de que son relevos "de más calado de lo que parece a simple vista". Y destaca varios aspectos:

El organigrama de la Casa de Su Majestad el Rey

El organigrama de la Casa de Su Majestad el Rey / REDACCIÓN

"Enclaustramiento"

La Casa del Rey se venía encontrando muy "enclaustrada" en sí misma. "Con falta de ideas nuevas, de acciones más ajustadas a los tiempos, de mayor velocidad en las decisiones y apertura de nuevos campos que hasta ahora no se han podido o querido implementar. Era necesario refrescar el equipo para adaptarse al protagonismo tan feroz que ha tomado una política española tan fragmentada como la actual. Esto exige un reposicionamiento público de la primera institución del Estado, buscando otra imagen que reclaman los españoles".

Menos diplomáticos y militares

Se ha optado por dar paso a "personas muy cualificadas con nuevas visiones y un análisis más actualizado de la realidad española y del papel del jefe del Estado y su Familia. Los cambios en los dos puestos esenciales de esta institución, el jefe y el secretario general de la Casa de Su Majestad, eran obligados, no solo por edad, sino por renovación y para introducir nuevos elementos de reflexión en la imagen y proyección, especialmente de las figuras del Rey y de la Princesa de Asturias. Ha sido muy importante el cambio del jefe de la secretaría de la Reina que necesita un apoyo más civil y femenino que el anterior, que era militar y muy condicionado por años de permanencia en la jerarquía de esta institución".

Paridad

Otra razón para renovar el organigrama es "el equilibrio de género entre los altos cargos, hasta ahora ocupados en un porcentaje altísimo por hombres. La jefatura del Estado tiene la obligación moral y ética de alcanzar la paridad. Al margen de estas razones, la aportación de una visión femenina a la Casa le va a venir muy bien, especialmente pensando en el futuro".

Lentitud

Hay un "pero" en todo esto: excesiva lentitud en esa renovación. "Quizá estos relevos deberían haberse efectuado con mayor celeridad, pero todos saben y el dicho lo recuerda que ‘las cosas de Palacio van despacio’. Los tiempos y los plazos en Zarzuela se miden mucho y se busca el momento preciso", concluye Carlos Fuente.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents