25N | Concienciación

Violencia machista en Ibiza: «Hago un directo en TikTok y se llena de hombres mayores»

Los alumnos del instituto Quartó de Portmany, protagonistas de un ‘spot’ contra la violencia machista en las redes sociales, reflexionan con Diario de Ibiza sobre las amenazas a las que tienen que enfrentarse cada día en internet

Guillermo Sáez

Guillermo Sáez

En la entrada del instituto Quartó de Portmany han colgado un enorme mural decorado con decenas de manos de papel. En cada una de esas manos hay un mensaje escrito por un alumno con motivo del próximo 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y uno que gana por goleada: «No te calles». Los chavales son conscientes de que la ocultación suele ser el catalizador de un desastre aún mayor. «El silencio no es un opción» también va en esa línea, con espacio también para «Si duele no es amor» e incluso frases más largas que a duras penas puede contener la pequeña pieza de papel: «Al escribir la historia de tu vida no dejes que nadie más sostenga el lápiz».

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Junto al mural, Manolo Matoses, profesor, cacharrea con un tablón de madera gigante, cosas del bachillerato de Artes Escénicas. «No es una FP», recuerda, por si las moscas. Este docente es el cerebro del aplaudido vídeo para denunciar la violencia digital contra las mujeres que sus alumnos han protagonizado y que ha contado con la colaboración del Consell insular. Porque Naiara, Max, Hannah, Ash, Bianca, Marta, Laura y Aida son «alumnos muy motivados». «Les ofrezco todo tipo de locuras y a todo me dicen que sí», celebra Manolo, sin poder contener media sonrisa de orgullo por la buena predisposición de sus pupilos. El profesor les propuso el tema como si de un encargo profesional se tratara: tenemos un cliente que necesita un spot para una campaña. Hicieron tormenta de ideas, en la que los chavales propusieron usar la pintura como elemento principal, y también un plan de producción para el rodaje que se prolongó durante una semana en dos sesiones «maratonianas».

Vídeo: Los alumnos del instituto Quartó de Portmany lanzan un vídeo por el 25N

Consell d’Eivissa

Los alumnos eran debutantes en estas lides, pero no el profesor, inmerso en su tercera experiencia similar. Las dos anteriores, protagonizadas por la anterior promoción del bachillerato, dieron lugar a sendos spots para advertir de los peligros de la ludopatía y otro con motivo del 8M.

Un ‘spot’ exitoso

En el vídeo, de 42 segundos, los alumnos se arrojan cubos de pintura que simbolizan distintas violencias a través de colores: física (roja), emocional (azul), sobre la forma de vestir (verde), comportamiento (naranja), sobre amistades y lugares frecuentados (amarilla) y violencia en redes sociales (negra). Belén Alvite, directora del Centro de Estudios de Conductas Adictivas (Cepca) e «intermediaria» entre el instituto y el Consell, les da dos buenas noticias a los bachilleres: la buena acogida del spot en el organismo público, donde están «muy contentos y orgullosos con el resultado», y una última hora: que el anuncio se proyectará en cines de la isla durante tres semanas. «Hay ayuntamientos de Cataluña que nos han copiado la idea y van a hacer spots con adolescentes el año que viene», desvela.

Alvite reparte todas estas buenas nuevas en el salón de actos del instituto, donde hemos reunido a los ocho actores y su director para que cuenten de primera mano a qué violencias se enfrentan los jóvenes en las redes sociales. No es tema baladí, de hecho la ciberviolencia es uno de los nuevos ejes que incluirá la próxima actualización del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. ¿Está preparado para conocer un problema que pueden estar sufriendo sus hijos sin que usted tenga ni idea? Pues apriétese los machos, nunca mejor dicho.

Habla Marta: «Hoy en día, ¿a quién no le pasa? Es una situación que actualmente pasa muchísimo y si te quejas te dicen que tienes la piel muy fina». ¿A quién no le pasa el qué? «Que publicas una foto o un vídeo y te empiezan a llegar comentarios de señores mayores del tipo: ‘Qué bella eres’». ¿Ya se está subiendo por las paredes? Pues esto no es nada. Hannah cuenta lo que le ocurre cada vez que hace un directo en TikTok: «De los 60 espectadores que tengo, solo cinco son chicas de mi edad. El resto son hombre mayores». Manolo le pide que precise qué quiere decir con «mayores», no sea que se esté refiriendo a hombres de 25 ó 30 años, a lo sumo. «No, no, digo hombres de 50 años». Y Aída pone la guinda esperpéntica a esa galería de lo horrores: «Hay gente que está muy loca… A mí un tío desde Alemania que no me conocía de nada me dijo que me casara con él». Al menos tienen bien aprendido qué hacer en este tipo de situaciones, como precisa Marta: «Cuando recibo uno de esos mensajes lo primero que hago es una captura para tener una prueba. Luego lo bloqueo, lo denuncio y se lo cuento a mi madre».

«¿Por qué os manifestáis?»

Dejemos de lado a todos esos babosos acosadores de menores, por llamar a las cosas por su nombre, y preguntemos a las estudiantes de bachillerato por sus compañeros de clase. Porque los estudios especializados coinciden: el negacionismo de la violencia de género sigue creciendo a un ritmo alarmante entre los adolescentes. ¿Qué ven ellas a su alrededor?

Bianca lamenta que siempre se ven «muchos comentarios en tono de burla». «Muchos se toman el feminismo como un chiste», añade, un queja que va acompañada por varios movimientos de cabeza afirmativos de sus compañeras de clase. ¿De qué comentarios estamos hablando? «Pues los típicos que te dicen: ¿Y por qué no se celebra un día del hombre? ¿Por qué os molesta que os digan piropos por la calle?». Es difícil no ver aquí la sombra alargada de un familiar cercano, el eco de un comentario que se ha escuchado en casa, la demostración palmaria de que las nuevas generaciones todavía tienen camino por andar para despojarse de los viejos harapos de las antiguas. Aída reafirma esta sensación cuando narra otra pregunta que suele llegar a sus oídos desde una voz masculina: «¿Pero por qué os manifestáis? Si las mujeres ya tenéis de todo».

Llegados a este punto, Hannah pide la palabra para contar que a sus compañeros parece que «les molesta» que ellas hablen abiertamente de los derechos de los mujeres, «como si eso supusiera no prestar atención a los hombres».

Roro no cuela

Otro aspecto transversal en el mundo digital es la autoridad que se concede a algunos personajes por el mero hecho de acumular seguidores. En efecto, hablamos de los ínclitos influencers y es la directora del Cepca quién saca a colación el nombre de Roro. Alvite ha tenido que explicar a los alumnos el significado de términos cono incel (de ‘celibato involuntario’, aplicado a hombres incapaces de pillar cacho y que vuelcan su frustración en internet), pero todos saben quién es Roro.

Esta joven se ha hecho famosa en las redes sociales por abanderar el movimiento tradwife, nacido en Estados Unidos y que supone una patada en la boca a décadas de lucha feminista. Básicamente, propugna la vuelta de la señora ama de casa de toda la vida que solo se dedica al hogar y a cuidar a su maridito y vástagos. «Roro es un personaje», asevera Aída muy convencida. Y añade Marta: «La gente juzga mucho de cosas que no sabe y se cree todo lo que escucha por internet».

¿Y qué tal la idea eliminar el anonimato en internet obligando a la gente a que aporte sus datos reales cuando quiera abrirse un perfil en alguna plataforma? Bianca expone sus dudas: «No sé… Tendría un lado bueno, pero por otra parte también se perdería privacidad. En internet al menos existe la posibilidad de bloquear», se consuela.

Todas estas contestaciones tan maduras dan paso a una ilusión enternecedora cuando vuelve a salir el tema del spot que nos ha traído a todos a este salón de actos. «Me ha escrito una amiga de Menorca preguntándome si había salido en la tele y le he dicho que si pregunta por la chica a la que le tiran pintura amarilla, sí, era yo», revela Aída, desatando la risa del resto. Manolo da por zanjada la charla después de 45 minutos y sin atreverse a prometer que volverá a liarse la manta a la cabeza con otro spot. Pero ya solo faltan tres meses y pico para el 8M y la apuesta segura es que los jóvenes del Quartó de Portmany volverán a exhibir desparpajo y talento por una buena causa.

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