Cumbre del clima (COP29)

Un nuevo borrador de los acuerdos de Bakú propone a los países ricos movilizar 250.000 millones al año para hacer frente a los estragos climáticos en el sur global

La presidencia azerí publica un nuevo borrador en el que insta a los países desarrollados a alcanzar esta cifra y, a su vez, apela a "todas las fuentes públicas y privadas" a movilizar hasta 1,3 billones al año para 2035

Las entidades ecologistas denuncian que la cifra está "escandalosamente por debajo" de la petición de los países del sur global

Activistes climàtics portant a terme una acció de protesta ahir en la cimera de Bakú.

Activistes climàtics portant a terme una acció de protesta ahir en la cimera de Bakú. / ANATOLY MALTSEV / EFE

Valentina Raffio

Bakú (enviada especial)

Tan solo faltan unas horas para el supuesto cierre de la cumbre del clima de Bakú y la presidencia de Azerbaiyán acaba de publicar un nuevo (y polémico) borrador de lo que podrían ser los principales acuerdos de esta cumbre del clima. En el documento, confeccionado tras la enésima noche de negociaciones en vela y publicado este viernes a mediodía, la presidencia azerí lanza un doble llamamiento: por un lado, pide "a todos los actores" tanto públicos como privados "aumentar la movilización de fondos climáticos" y alcanzar la meta de los 1,3 billones (con b) para 2035 y, por otro lado, lanza un mandato concreto para los países desarrollados, entre los que se incluye el bloque europeo, para reunir hasta 250.000 millones de dólares al año para la causa. Se trata de la primera vez que se pone una cifra concreta sobre la mesa.

El borrador reconoce entre líneas la necesidad de las "contribuciones voluntarias" de otros países como China o de los países del Golfo Pérsico como Emiratos Árabes o Arabia Saudita

El borrador reconoce entre líneas la necesidad de las "contribuciones voluntarias" de otros países que, sobre el papel, no constan en la lista de donantes como es el caso de China o de los países del Golfo Pérsico como Emiratos Árabes o Arabia Saudita. También lanza un llamamiento al sector privado, los bancos multilaterales de desarrollo así como otras entidades financieras del mundo para que se sumen a la causa. Finalmente, señala la opción de explorar "fuentes alternativas" y así, en lenguaje diplomático, deja la puerta abierta a la creación de impuestos para las grandes fortunas, el sector aéreo o el transporte marítimo. 

La propuesta lanzada por la presidencia azerí en la recta final de las negociaciones de esta cumbre ha causado gran enfado entre los países del sur global, los que menos han contribuido a las emisiones globales y los que más están sufriendo los estragos climáticos. Ali Mohamed, máximo exponente de los negociadores del bloque africano, afirma que el compromiso de los países ricos para movilizar 250.000 millones para 2035 supone una cifra "totalmente inadecuada". Los representantes del G77, por su parte, también afirman que no están dispuestos a irse de Bakú sin arrancar un compromiso a los países ricos para movilizar "al menos 500.000 millones al año". 

África califica la propuesta de "totalmente inadecuada" y el G77 afirma que no se irá de Bakú sin arrancar a los países ricos un compromiso de 500.000 millones al año

El texto también ha sido definido como "inadecuado, alejado de la realidad climática y escandalosamente por debajo de las necesidad de los países del sur global" por entidades como Greenpeace. "Los países del norte global tienen que comprender la desesperación y la necesidad urgente de ayuda que tiene el sur global para hacer frente a esta crisis", afirma Jasper Inventor, jefe de la Delegación de Greenpeace en la cumbre de Bakú, tras la publicación de este último borrador. La entidad también denuncia que en esta última versión de los textos se ha eliminado cualquier mención a la necesidad de que la industria del petróleo, gas y carbón, las que justamente están alimentando el avance de la crisis climática, contribuyan a sufragar la factura del caos climático.

Lenguaje ambiguo y opaco

Los analistas coinciden en señalar la "debilidad" del texto presentado este viernes por la presidencia azerí y, sobre todo, la "ambiguedad y opacidad" del lenguaje utilizado. Linda Kalcher, de Strategic Perspectives, define la cifra puesta sobre la mesa como una provocación. Friederike Roder, especialista de la plataforma Global Citizen, afirma que "el objetivo de 250.000 millones de dólares no es suficiente, no es lo suficientemente grande, no es lo suficientemente rápido y no es lo suficientemente bueno" para hacer frente a los estragos climáticos en el sur global. Según argumenta Vaibhav Chaturvedi, miembro del grupo CEEW, la cifra propuesta "es un mal acuerdo" para todos los países en vías de desarrollo que necesitan estos fondos para descarbonizar sus economías, invertir en renovables, adaptar sus ecosistemas a los impactos climáticos y hacer frente a cada vez más desastres naturales ocasionados por esta crisis. 

Este viernes también se han publicado nuevos borradores de los acuerdos sobre mitigación y adaptación. En estos textos, a diferencia de las primeras versiones, se mantiene el llamamiento a "dejar atrás" los combustibles fósiles y de acelerar el despliegue de las renovables en el mundo. Se trata del mismo mensaje que se acordó en la cumbre del año pasado de Dubái. Las entidades valoran positivamente que este llamamiento se mantenga en los textos de Bakú pero lamentan que no se de un paso adelante también en esta cuestión.  

La cumbre de Bakú debía acabar este viernes pero, visto lo visto, está claro que el debate se intensificará en las próximas horas. En estos momentos, todas las partes están revisando los textos publicados por presidencia y están preparando los alegatos que expondrán ante el plenario. En función de las respuestas recogidas, la presidencia puede o bien elaborar un nuevo borrador y alargar el debate más allá del límite establecido o bien someter el actual texto a votaciones para intentar cerrar la cumbre a tiempo.

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