La pelea política agrava la catástrofe creada por la DANA

Imaginar un escenario en Canarias como el que ha dejado la DANA en Valencia es complicado y también lo es saber cuál hubiera sido la respuesta inmediata del Gobierno autonómico. Lo que sí se puede intuir, porque ya se han producido emergencias en el pasado, es la actitud que tomaría la clase política canaria tras el estallido de la catástrofe, en los momentos en los que todavía hay vidas en juegos. «Estos asuntos se resuelven con sentido común, en medio de una emergencia no puedes estar peleándote. En Valencia hay vidas en juego y todavía vemos en las noticias que están centrados en el conflicto», denunció ayer el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en el Foro de Prensa Ibérica organizada por LA PROVINCIA y El Día.

Incendio en Tenerife

Y para apoyar sus argumentos el líder del Ejecutivo autonómico utilizó el ejemplo de la gestión que se realizó en el último incendio de Tenerife en agosto de 2023. «Fue muy complicado, tuvimos muchos efectivos implicados y también estaban las empresas suministradoras y los grupos políticos. Todos arrimamos el hombro y se cerró filas», recordó Clavijo de aquellos días «complicados».

Clavijo aclaró que no son las leyes las que resuelven las emergencias, sino los «profesionales». «Da igual que cambies la ley si lo que impera es la estupidez», apuntó. El nacionalista mostró su preocupación por el «problema de salubridad» que se le «viene encima a la Comunidad Valencia» y al que no se está dando importancia. «En vez de estar en lo que tienen que estar, se está en la polémica», criticó.

El presidente canario aprovechó el foro para volver a ofrecer su ayuda al Gobierno valenciano y le deseó suerte a su presidente, Carlos Mazón. «Cuando termine la emergencia tendrá que dar explicaciones», afirmó Clavijo, quien recordó que en el incendio de Tenerife las explicaciones en el Parlamento se dieron cuando se extinguió el fuego.

El líder del Ejecutivo canario lamentó que todo en el país desemboque en una «batalla política». Y consideró que en España actualmente se está viviendo un «desprestigio» institucional, en el que «no se respeta nada».

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