Entrevista

Jon Altuna, vicerrector de la Universidad de Mondragón: "Con la formación dual universitaria, el 80% de estudiantes termina el grado con un contrato"

Un reciente informe asegura que una de cada tres universidades españolas (37%) cuenta ya con alguna titulación dual, que se oferta en 11 comunidades

Jon Altuna.

Jon Altuna.

Olga Pereda

La Formación Dual Universitaria (FDU) -que combina formación teórica en el campus con formación en la empresa- es todavía una gran desconocida para la sociedad. Reguladas oficialmente en 2021, las titulaciones duales se están abriendo paso en los campus, tanto en los grados como en los másteres. Un reciente informe asegura que una de cada tres universidades españolas (37%) cuenta ya con alguna titulación dual, que se oferta en 11 comunidades, con Euskadi, Andalucía y Cataluña como territorios pioneros. Jon Altuna, vicerrector de la Universidad de Mondragón (Mondragon Unibertsitatea), explica en qué consiste la FDU y cuáles son las perspectivas de futuro.

-La Formación Dual Universitaria (FDU) no tiene nada que ver con las prácticas curriculares. ¿En qué consiste exactamente?

-Efectivamente, no son prácticas al uso. En la FDU hay una mayor corresponsabilidad entre los tres agentes: entidades colaboradoras o empresas, universidades y estudiantes. Las entidades, y en algunos casos, los estudiantes, participan en el diseño del itinerario formativo. Las prácticas se restringen a un momento concreto del grado, pero la FDU requiere de periodos en alternancia. Es decir, el estudiante va y viene a la facultad y a la empresa. También se extiende más en el tiempo y puede ser desde primer curso hasta cuarto. Hay otros modelos que lo concentran en los dos últimos años.

"En la universidad dual el estudiante va y viene a la facultad y a la empresa: formación y evaluación son conjuntas"

-¿Cuánto tiempo se pasan en la empresa estos estudiantes?

-No hablamos en términos de tiempo sino de créditos. En grado, entre un 20% y un 40% y máster, entre un 25% y un 50%. La formación se hace conjuntamente. La evaluación también es conjunta. Las empresas, además, tiene que hacer contrato remunerado a los estudiantes.

-Euskadi, Lleida y Almería han sido pioneras. ¿Por qué?

-Estos tres territorios han apostado por la FDU porque ha habido, entre otras cosas, una estrategia institucional detrás. En el caso de País Vasco, además, también se ha dado una estrategia del Gobierno vasco. En Catalunya ha pasado algo parecido, lo mismo que en Galicia. Las universidades se han acercado a la FDU porque hay demanda terrible de talento en algunos sectores económicos y hemos respondido a esa necesidad. También nos acercamos a la FDU como una forma de innovar en el proceso de aprendizaje. La formación dual es un modelo de excelencia académica. Otra característica de los proyectos duales pioneros es que han estado siempre en conexión con su territorio y con sus necesidades laborales. Almería, por ejemplo, empezó por el sector agrónomo y Galicia por el naval. En Euskadi, por la maquinaria industrial.

"Una característica de los proyectos duales es que han estado siempre en conexión con su territorio y con sus necesidades laborales"

-¿Y la Universitat de Lleida?

-Empezó por un sector que tiene mucho tirón, la educación. Luego lo han extendido a la industria y la tecnología. En general, las ingenierías y la tecnología representan el 64% de las titulaciones duales. Pero están irrumpiendo otras áreas interesantes, como la protección social, la psicología y las ciencias económicas y empresariales. Comunicación y turismo tienen un potencial enorme. Las universidades regionales que están llevando a cabo la FDU contribuyen a la competitividad de las regiones y de las pequeñas y medianas empresas.

"En Alemania y Francia, hay incentivos tanto para los campus, que reciben ayudas por cada estudiante, como para las empresas"

-En la FP, la formación dual implica un aumento de sueldo. Los graduados en FP dual ganan un 28% más que los de FP tradicional. ¿Y en la FDU?

-Aquí hablamos de empleabilidad y de la relevancia de la formación que recibe el estudiante, que adquiere un nivel de competencias muy superior al del ámbito estrictamente teórico. Hablo también de competencias sociales y personales. Los alumnos y las alumnas están en un entorno en el que colaboran con profesionales más adultos. Desde el punto de vista de la madurez, adquieren habilidades que impulsan, de cara al futuro, los puestos de mayor responsabilidad. El 80% del alumnado que se gradúa en una titulación dual, termina con un contrato en la misma empresa. Es una inversión que sale rentable a la empresa. Si al estudiante se le involucra y este tiene compromiso, es difícil que esa persona abandone esa empresa.

"El estudiante adquiere un nivel de competencias muy superior al del ámbito estrictamente teórico"

-La FDU es muy reciente en España. ¿Cuándo se extenderá por todos los campus?

-Lo importante es que tenemos un punto de arranque importante, con una regulación significativa, a pesar de sus carencias. Se vislumbra un panorama interesante porque el 85% de las universidades o ya disponen de un proyecto o han mostrado interés en ponerlo a corto plazo. El éxito de estas iniciativas marcará el futuro de la FDU en España. Hay que entender que no es un camino de llegada sino un trayecto al que hay que abrir vías de experimentación para las universidades. Es un modelo complejo que requiere de fuerte inversión e infraestructura para la captación de plazas duales para la asignación de plazas y el seguimiento.

"Es una inversión que sale rentable a la empresa. Si al estudiante se le involucra y este tiene compromiso, es difícil que esa persona abandone esa empresa"

-¿Inversión también para las universidades? La financiación es un gran problema de los campus.

-La FDU implica inversión por parte de las facultades y de las entidades colaboradoras. Ellas tienen que acoger el estudiante, pagarles un contrato y disponer de un tutor de empresa. En algunos países, como Alemania y Francia, hay incentivos tanto para los campus, que reciben ayudas por cada estudiante, como para las empresas, que disponen de bonificaciones en los salarios. El éxito de la FDU no puede recaer sobre solo en los hombros de las universidades. Las instituciones tienen que saber que revierte en la competitividad del país.

-¿Cómo está de implementada la FDU en Alemania y Francia?

-No es homogénea, no hay un modelo único sino que hay diferentes estrategias en cada territorio y cada universidad. España está en un momento clave de la FDU, que requiere de una gobernanza conjunta entre instituciones, agencias de calidad, representantes de estudiantes, empresas y universidades. La FDU tiene distintas realidades, la educativa y la laboral y hay que abordarlo en su conjunto, como se está haciendo con la Formación Profesional.  

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