La IA es lo que nos va a hacer volver a la Edad Media: puede provocar el gran apagón de la humanidad

 Microsoft, Google y Meta consumen muchísimos recursos

La IA es lo que nos va a hacer volver a la Edad Media: puede provocar el gran apagón de la humanidad

La IA es lo que nos va a hacer volver a la Edad Media: puede provocar el gran apagón de la humanidad / Pixabay

La inteligencia artificial (IA) está controlando tu feed de redes sociales y te da instrucciones para llegar de un punto a otro. También se ha convertido en un salvavidas a la industria de los combustibles fósiles.

Tres de las mayores empresas tecnológicas, Microsoft, Google y Meta, han informado de un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero desde 2020. Los centros de datos repletos de servidores que ejecutan programas de inteligencia artificial día y noche son en gran medida los responsables.

Los modelos de IA consumen mucha electricidad y el Foro Económico Mundial estimó en abril que la potencia informática dedicada a la IA se duplica cada 100 días. Para impulsar este auge en Estados Unidos, donde tienen su base muchos pioneros de la tecnología de IA, se han revitalizado centrales eléctricas de gas que en su día estaban programadas para cerrar.

Del mismo modo que Estados Unidos está preocupado, el operador de red británico National Grid estima que en los próximos 10 años la demanda de electricidad se multiplicará por seis, impulsada por el uso de inteligencia artificial, sistemas de calefacción y la masificación del transporte eléctrico.

Una nueva crisis mundial

A nivel mundial estamos en presencia de una nueva crisis derivada de la demanda exponencial de los modernos sistemas informáticos que consumen una cantidad alarmante de energía diariamente, lo que podría derivar en una escasez global de electricidad, informa Eco News.

Algunos expertos más pesimistas sostienen que gran parte del mundo (incluido Estados Unidos) podría retroceder unos 500 años al estilo de vida oscuro y hostil de la Edad Media si no asegura un sistema de energía renovable sólido para proporcionar nuevas fuentes de electricidad en caso de un apagón inminente.

“En esencia, el tipo de IA que vemos hoy en los productos de consumo identifica patrones”, afirman Sandra Peter y Kai Riemer, expertos en informática de la Universidad de Sydney a Business Standard.

“A diferencia de la codificación tradicional, donde los desarrolladores programan explícitamente cómo funciona un sistema, la IA 'aprende' estos patrones a partir de grandes conjuntos de datos, lo que le permite realizar tareas”.

Mientras los programas de IA se “entrenan” y se alimentan con enormes cantidades de datos durante varias semanas y meses, los procesadores de datos funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Una vez que alcanzan su velocidad máxima, una IA puede utilizar 33 veces más energía para completar una función que el software tradicional. De hecho, una sola consulta a un chatbot impulsado por IA puede consumir diez veces más energía que una búsqueda tradicional en Google, según Gordon Noble y Fiona Berry, investigadores de sostenibilidad de la Universidad de Tecnología de Sídney.

“Esta enorme demanda de energía se traduce en aumentos repentinos de las emisiones de carbono y del uso de agua, y puede generar aún más presión sobre las redes eléctricas ya sobrecargadas por el cambio climático”, afirman.

Los centros de datos también consumen mucha agua y energía: para mantenerlos refrigerados hay que bombear millones de litros de agua.

Estos enormes almacenes de servidores compiten con la humanidad por una porción cada vez mayor de energía y agua, una situación que podría resultar mortal durante una ola de calor o una sequía.

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