Arte

Una mirada crítica a la obra de Katja Meirowsky

Bartomeu Marí e Imma Prieto, junto al director de Es Baluard, David Barro. | B. RAMON

Bartomeu Marí e Imma Prieto, junto al director de Es Baluard, David Barro. | B. RAMON

EFE

El museo Es Baluard de Palma presentó ayer ‘La acción roja y la membrana’, una exposición de Katja Meirowsky (Straussdorf, 1920–Potsdam, 2012) que ofrece una mirada crítica a la obra y la vida de una artista excepcional, pero escasamente estudiada y conocida, que desarrolló parte de su trayectoria artística en Ibiza, donde formó parte del Grupo Ibiza 59.

Dos aspectos de la exposición de Katja Meirowsky en el museo Es Baluard de Palma. |

Exposición de Katja Meirowsky en el museo Es Baluard de Palma. / B. Ramon

De artista excepcional la definieron los comisarios de esta muestra, el ibicenco Bartomeu Marí e Imma Prieto, con ocasión de la presentación de esta selección de pinturas, dibujos y collages realizados entre las décadas de 1940 y 2000.

Una mirada crítica a la obra de Katja Meirowsky

Una mirada crítica a la obra de Katja Meirowsky / efe/Redacción

Se trata, explicaron, de una vida marcada por la tragedia del Holocausto, la guerra y su superación, desde su formación en Berlín hasta su vida en Ibiza, un entorno rural y no industrializado, lejos de la metrópolis.

Formada en el espíritu moderno de las artes, Katja Meirowsky fue una artista que, a partir de la impronta de las vanguardias, buscó caminos para salir de la modernidad sin caer en nostalgias o lenguajes del pasado.

La suya es una obra anacrónica, que sale de su época y busca otros tiempos, fuera del presente y de sus estilos predominantes, señaló Marí, exdirector del Macba y de los museos de arte contemporáneo de Seúl y Lima.

Huir de los nazis

Estudiante de pintura en Berlín, la artista fue durante la época nazi miembro de la Rote Kapelle (Orquesta Roja), una organización de resistencia al fascismo y asistencia a los judíos y a quienes decidieron huir del régimen.

En 1949 fundó, junto a otros artistas, el cabaret de artistas Die Badewanne (La bañera), un centro de experimentación multidisciplinar que unía la pintura, la literatura, la danza, el teatro y la música inspiraba en la literatura surrealista y en el arte moderno perseguido y censurado por los nazis para su reinterpretación y adaptación a la realidad del momento.

En 1953 se estableció en Ibiza, y fue la única mujer del Grupo Ibiza 59, del que formaron parte artistas como Erwin Bechtold, Erwin Broner, Hans Laabs, Bob Munford, Egon Neubauer, Antonio Ruiz, Carlos Sansegundo, Bertil Sjöberg y Heinz Trökes. Fue en la isla donde desarrolló la mayor parte de su obra.

Su pintura, han relatado los comisarios, se construye por eliminación, por destilación de formas generadas a partir de la voluntad de huir del rigor del cubismo, de apartarse de la condición líquida del espacio surrealista y de los egoísmos expresionistas, del tachismo o de el informalismo que dominaron el mercado del arte desde la posguerra.

Meirowsky hace avanzar su obra por el camino de la abstracción, pero casi siempre con delicados equilibrios entre la presentación de espacios prototeatrales (se encuentran escenarios, cortinas, etcétera) y la naturaleza que le rodea, sin olvidar la huella de los humanos sobre la tierra y los paisajes, la cultura y sus vestigios.

La exposición se inaugura al público hoy a las 19 horas y se podrá visitar hasta el 25 de agosto.

Se da la cricunstancia de que Katja Mejrowsky inauguró el pasado diciembre un ciclo de exposiciones de artistas del Grupo Ibiza 59 en la Casa Broner de Vila, en sa Penya.

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