Valencia
Los flamencos huyen de la Albufera: "Buscarán otro lugar"
La inmensa colonia del Racó de l’Olla abandona nidos y huevos de forma progresiva como ya avanzaba Medio Ambiente hace unos días aunque los expertos no descartan que regresen todos
Minerva Mínguez
"Del mismo modo que llegaron en masa, se han ido todos. Pero no descartemos que vuelvan, centenares, miles o decenas de miles". Así se expresaba ayer Mario Giménez, delegado de SEOBirdLife en la Comunitat Valenciana, al confirmarse lo que ya avanzaba Levante-EMV, del grupo prensa Ibérica en su edición del miércoles: los flamencos del Racó de l’Olla han ido abandonando de forma progresiva la colonia.
De los 28.000 ejemplares que el fin de semana llevaron a los arroceros a dar la voz de alarma el martes solo quedaban 3.000 dispersos y ayer los huevos abandonados eran lo único que los visitantes podían observar desde el Centro de Interpretación.
Sin daños previstos
La Conselleria de Medio Ambiente ya detectaba en sus controles diarios a principios de semana las estructuras de unos 600 nidos de flamencos sin concluir y contabilizaba unas sesenta puestas de huevos. Todos abandonados por sus progenitores por lo que la nidificación no se completaba. Así lo trasladaba el departamento que dirige la consellera Salomé Pradas a los productores de arroz. "Con los registros actuales no se prevé daños", subrayaban. Los biólogos consultados por Levante-EMV apuntan a la entrada del zorro, una especie establecida en la Devesa desde hace años, que esporádicamente entra a merodear en el Racó como posible disuasor."En el sitio que están los flamencos eran muy accesibles a los predadores por eso nos sorprendió tanto que se intalaran allí", apuntaban hace unos días.
"Los flamencos buscarán otro lugar"
"La naturaleza a veces nos deja imágenes tristes, pero es su funcionamiento... los flamencos buscarán otro lugar. O quizá lo vuelvan a intentar aquí, no lo descartemos", insistían a preguntas de este periódico. La causa de la marcha puede deberse desde a la elevada afluencia de público, con un efecto disuasor, o a la presencia del zorro. Las condiciones del parque natural este año, por la falta de agua, tampoco son las de la perelloà del año pasado, Lo cierto es que los visitantes que ayer se acercaron al Centro de Interpretación de Aves ni siquiera pudieron acceder al mirador, que estaba clausurado.
Lenteja de agua en las zonas estancadas
A la espera de que llegue más agua al lago y la reposición del vaso permita recuperar algo de la transparencia perdida, desde la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio se continúa con los controles diarios para comprobar el estado ecológico de la laguna. Especialmente tras el descenso de los niveles a principios de noviembre, donde en apenas diez días se perdieron veinte centímetros.
El tono rojizo, provocado por un microorganismo no detectado hasta ahora como avanzaba Levante-EMV, en exclusiva, sigue caracterizando el enclave, aunque ayer amplias zonas, entre Alfafar y El Saler, presentaban un color verde clorofila. Nada preocupante según la conselleria, pues se trata de la Lemna gibba o lenteja de agua, una planta acuática de la familia de las aráceas. Es una especie propia de los arrozales que se reproduce con facilidad en las aguas estancadas y con elevados valores en nutrientes como es l’Albufera.
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