Navidad en Santa Eulària

Un belén lleno de vida

La parroquia de Santa Eulària conmemora el nacimiento de Jesús con una misa y un nacimiento viviente en el que participan más de una veintena de niños que recibirán la primera comunión en 2024

Vestido de Rey Herodes, Asier Fernández Patiño espera impaciente el gran momento, cuando le toque salir a escena y pronunciar la frase que lleva memorizando desde hace un par de meses. ‘Id vosotros e informaos con detalle sobre el niño y cuando lo encontréis, avisadme para que yo también vaya a adorarlo’. La dice en voz alta, de carrerilla, ante la mirada atenta y orgullosa de su madre, Noelia Patiño. «Lleva muchos meses practicando y está muy ilusionado», comenta ella. Este jovencito de nueve años es uno de los 25 niños que hacen la catequesis en Santa Eulària y que van a participar en el belén viviente que está a punto de representarse en la iglesia del Puig de Missa.

«Llevamos ensayando desde el mes de octubre», apunta Sabina, que es la que se ha encargado de asesorar teatralmente a los pequeños que harán la primera comunión en 2024. «Hago teatro desde pequeña y formo parte del grupo Attípico», explica mientras echa una mano con los últimos preparativos a la responsable de l evento, Paquita Márquez. La coordinadora de catequistas no ha parado ni un segundo desde que entró en la iglesia. Ahora está ayudando a colocarse las coronas blancas a Luz y Mar Ferrer, que son hermanas gemelas y que harán de ángeles junto a Claudia Cuesta Guasch.

Los protagonistas

Marc Riera, que dará vida a San José, se pasea por el templo con ganas ya de que comience la misa. Mientras, Alma Martir García, vestida de María, conversa con algunas compañeras. «Quería el papel de la Virgen porque es la protagonista», afirma. A su lado está Irene Acinas, que hará de Isabel, la prima de María; y algunas de las ocho narradoras del belén viviente: Carla Guasch Marí, Blanca Marí Herrera, Vera Serra, Salma Ramos y Carmen Buforn. «Hay nervios, pero sobre todo estamos emocionadas», comentan mientras pasa por su lado David Jiménez, ataviado de rey Baltasar.

VÍDEO | Un belén viviente da la bienvenida a la Navidad en Santa Eulària

«Tenéis que hablar despacio y alto», les alecciona Sabina cuando ya no faltan ni tres minutos para que arranque la ceremonia religiosa, oficiada por el párroco de Santa Eulària, Marcelo Gabriel Jofré.

«Me está entrando miedo, hay mucha gente», dice nerviosa una de las pastorcillas, Ainhoa Castellano Martínez, al comprobar que la iglesia se ha llenado de gente.

Ya están todos los personajes del belén viviente a punto, incluidos dos corderitos de carne y hueso y el niño Jesús, que interpretará Saúl, sobrino de Paquita Márquez. El bebé, que el 4 de enero cumplirá cuatro meses y que fue bautizado la semana pasada en Santa Eulària, llega a la parroquia dormido y se despierta solo cuando comienza la acción. No llora en ningún momento. Lo único que se escuchan son los balidos de los corderitos y el rotlo (rueda de campanillas), que hace sonar uno de los obreros al comenzar el oficio religioso.

El párroco de Santa Eulària advierte a los feligreses que lo que van a presenciar «no es una obra de teatro», sino la representación de los pasajes del Evangelio que se refieren a la anunciación del arcángel Gabriel a María de Nazaret, la aparición del ángel a José, el nacimiento de Jesucristo y la llegada de los Reyes Magos.

Durante el belén viviente, los niños participantes cantan los villancicos ‘El burrito sabanero’ y ‘Ay, del chiquirritín’, acompañados por las guitarras de Lucía Triviño y Sara Caramazana, que son las encargadas de poner voz y música a toda la ceremonia religiosa. Cuando los pequeños terminan su representación, suenan fuerte los aplausos del público. Ha salido todo a pedir de boca.

La de hoy (por ayer) es la última misa en la parroquia de Santa Eulària de Marcelo Gabriel Jofré. Lo anuncia cuando está a punto de terminar la misa. «El jueves próximo regreso a mi tierra, Argentina, después de veinte años fuera. La última década la he vivido en Ibiza y los últimos dos años, en Santa Eulària», comenta contento con el hecho de tener «una despedida tan bonita» como la que le brinda esta ceremonia de Navidad. Agradece el trabajo realizado a todos los catequistas y a las personas que han colaborado en la organización del belén viviente. Luego invita a los niños participantes a que se acerquen al altar para hacerse una foto de familia. La misa concluye entre villancicos y aplausos.

Todos los protagonistas del belén y los niños que han ido a la celebración se llevan un pequeño presente navideño, chucherías.

Para los adultos, los obreros han preparado un refrigerio en el porche de la iglesia del Puig de Missa: vino dulce y bunyols.

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