Temor a que el abandono escolar suba por la falta de trabajadores

Uno de cada tres alumnos de FP Básica y Media deja los estudios entre primero y segundo | Dos investigadoras de la UIB confeccionan una guía con pistas para evitar la marcha de estos estudiantes

Una alumna durante una muestra de FP. | DI

Una alumna durante una muestra de FP. | DI / redacción. palma

Redacción

Es pública y notoria la desesperación de las empresas este año por encontrar personal para afrontar una temporada turística que se prevé de récord (un problema agravado por la falta de vivienda asequible, que frena la llegada de trabajadores). Ante este hecho, expertos en la materia temen que el abandono escolar suba: que las empresas busquen en jóvenes sin título la mano de obra que les falta y que los chavales se dejen tentar por un sueldo apetecible (en algunos casos además acuciados por las necesidades de unas familias agobiadas por la inflación) .

El abandono escolar es multifactorial, influyen muchísimas causas, pero la situación del mercado laboral afecta. Así lo ve por ejemplo Francesca Salvà, catedrática de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la Universitat, que hace décadas que investiga sobre el fenómeno del abandono escolar y que recientemente ha publicado, junto a Carme Pinya, un trabajo que quiere ser una guía para profesores y centros con pistas y recursos para prevenir el descuelgue de los alumnos en la Formación Profesional Básica y de Grado Medio.

«Probablemente veremos un aumento del abandono escolar en los próximos años», indica Salvà, «así como cuando aumenta el paro cae el abandono; cuando la ocupación es elevada, sube, y a eso hay que sumarle la situación de inflación: las familias necesitan dinero». La investigadora, miembro del grupo de Educación y Ciudadanía (GEIC) y Directora del Laboratorio de Investigación e Innovación en FP (LIIFP), insiste en que influyen muchas cuestiones, como la organización del sistema educativo, cómo se siente el alumno en el aula o hasta qué punto el sistema productivo valida los títulos, por ejemplo.

El trabajo Prevenir el abandono de los estudios en la FP: Orientaciones y propuestas, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, arranca poniendo cifras al problema: a los dos o tres meses de empezar, ya piensan en abandonar dos de cada diez estudiantes de FP Básica (la vía que el sistema ofrece para titular e iniciarse en un oficio a los jóvenes de 16 años que no tienen el título de ESO) y de FP de Grado Medio. Entre primero y segundo, un tercio de los jóvenes ya se ha marchado y si a los tres años de comenzar los estudios indagamos qué ha sucedido con aquellos estudiantes resulta que más de la mitad de los de Básica y el 44% de los de Media no han concluido la formación.

«Y es difícil reenganchar a los jóvenes que lo dejan a los 15, 16 y 17 años y cuanto más tiempo pasan fuera del sistema, más difícil se vuelve», apunta Salvà, quien recuerda que eso tiene un coste personal, pero también social.

Proceso de desvinculación

En la guía confeccionada con Pinya se destaca que «el proceso de desvinculación» que lleva al abandono «muy a menudo» ha empezado antes. Así, por ejemplo, el alumnado que ha repetido (y en Media son el 61% y en Básica el 93%) tiene el doble de probabilidades de abandonar que sus compañeros.

La orientación (que sepan exactamente «adónde van») y las plazas disponibles (o la falta de ellas) son otros puntos «claves»: el alumnado que no accede a los estudios que quería también tienen el doble de probabilidades de abandono, por lo que la investigadora reclama que el sistema debe hacer lo posible para que estos jóvenes, cuyo interés por la formación pende de un hilo, puedan acceder a estudios que les motiven un mínimo. Por eso, Salvà defiende también darles el máximo de facilidades, por ejemplo con el transporte o ayudas de comedor.