El arroz marinero ‘fa barri’ en Ibiza

La plaza de es Martell del barrio de la Marina de Ibiza se iba llenando ayer de gente conforme se acercaba el momento de despachar al mediodía las raciones de arroz marinero, real valedor del éxito de la iniciativa de dinamización ‘Feim Barri, Feim Mar’ promovida por el Ayuntamiento. Aunque poco después de las 11 horas ya se habían montado talleres infantiles, fue en torno a las 12.15 cuando ya había al menos una persona en cada una de las mesas instaladas, y pasadas las 13 horas el lleno era casi absoluto.

El resultado fue que todas las raciones se vendieron. Se agotaron los tiques, unos 200, que permitían saborear un plato del arroz popular por cinco euros a beneficio de la Asociación de Deporte Adaptado de Ibiza y Formentera (Addif). Este producto también fue el protagonista del evento central de la actividad, el concurso de arroz marinero, con tres equipos aspirantes en esta ocasión a preparar el mejor plato, cada uno con su fórmula.

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Un esfuerzo culinario para disfrute sólo de sus invitados. En total prepararon más de 80 raciones, según lo que explicó cada equipo. Los representantes de la Cofradía de Pescadores de Vila se llevaron el premio con un plato al que tras una amistosa discusión consensuaron bautizar como ‘Arroç des pescador de sa Riba’. En su caso, está de más hablar de la calidad del producto.

Antonio Tur Blai, al frente del equipo, destacó la importancia de elaborar un buen caldo. En la receta de la cofradía, sofríen para ello unos tomates y añaden unos cangrejos, así como morralla y una cabeza de rape. La cola se añade troceada en el plato. Además, emplean sepia y gamba de la isla. Sin embargo, para Tur, es posible prescindir del marisco y obtener resultados, y asegura que un compañero de la cofradía, ya jubilado, ganó otra edición del concurso con una paella con morena y sepia. Preveían preparar unas 40 raciones.

Tres de los cinco integrantes del equipo ‘Mateu i els Marmitons’ son de Murcia, hecho decisivo para que se hayan inspirado en el ‘arroz caldero’, plato típico del Mar Menor y parte de Alicante, explica Juan Antonio Martínez.

La influencia de este legado en su arroz recae en el empleo de la ñora. Sin pasarse, dada la presencia que adquiere su sabor en el plato, advierte. Calculaban cocinar unas 20 raciones de esta ‘Esència llevantina de mar’, que es el nombre que escogieron para el plato.

Fran Muñoz, miembro del equipo ‘Ses rotges de Vila’, expuso con orden y exhaustividad su catálogo de ingredientes. Para el caldo, morralla, cebolla, pimiento verde, cabezas de gamba y una pizca de azafrán; para la picada, ajo, pimiento sofrito, ñora, tomate fresco y un manojo de perejil; y acompañando al arroz, sepia, almejas, mejillones, cangrejos y una rotja. Esperaban preparar más de 20 platos.

Tras probarlos todos, el jurado decidió otorgar, además del primer reconocimiento a la Cofradía de Pescadores de Vila, el segundo a ‘Mateu i els Marmitons’ y el tercer premio, a ‘Ses rotges de Vila’.

Un desfile hacia la plaza de es Martell de 16 miembros de la Colla de Sa Bodega que hacían sonar sus instrumentos daba inicio a las actividades sobre las 11 horas. Continuaron frente al escenario, con una brulada de corn y exhibición de ball pagès ante un corro de curiosos (la afluencia era aún reducida).

Entre los múltiples talleres infantiles de manualidades con el mar como motivo destacó el ofrecido por Carme Mezquida y Juanjo Marí, de la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico, que confeccionaban rosas de los vientos y barcos de épocas fenicio púnicas (con más éxito estos). La intención de la iniciativa es, indicó Marí, «explicar que [en las Pitiusas] hemos sido cuna de muchas civilizaciones gracias al mar».

Uno de los puestos de la plaza albergaba una sucinta colección sacada de la Casa del Mar, con maquetas de barcos, instrumentos de armador, para la navegación y aparejos de pesca. Grupos musicales contribuyeron a ambientar el evento.

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