SANIDAD

Presentan en Castellón otra queja por supuesta demora en el diagnóstico de una peritonitis

Un vecino de La Llosa asegura que quiso denunciar tras conocer el caso de Emma, la niña fallecida en Jérica por una peritonitis

Imagen del minuto de silencio realizado en Jérica en memoria de Emma, la niña de 12 años que falleció por una peritonitis y cuyo caso ha empujado a Gustavo a presentar una nueva queja.

Imagen del minuto de silencio realizado en Jérica en memoria de Emma, la niña de 12 años que falleció por una peritonitis y cuyo caso ha empujado a Gustavo a presentar una nueva queja. / EUROPA PRESS

F. Aznar

Un vecino de La Llosa, Gustavo Maestre, ha presentado una queja por una presunta demora en el diagnóstico de una peritonitis que se le complicó y, según ha asegurado, "estuvo a punto" de costarle la vida, ya que acudió al servicio de urgencias de la localidad con un fuerte dolor abdominal y el médico lo mandó a casa tras recetarle paracetamol.

Maestre ha explicado a EFE que los hechos ocurrieron en marzo de 2022, pero ha sido ahora cuando ha contado lo sucedido tras conocer el caso de la niña de Jérica, Emma Martínez Gascón, fallecida recientemente por una peritonitis no diagnosticada y cuyos padres han presentado una querella en los juzgados para exigir responsabilidades.

Este vecino de La Llosa, de 54 años, ha explicado que acudió al centro de salud de la Llosa "doblado" por el fuerte dolor abdominal que tenía el 21 de marzo por la mañana y la atendió un médico "de malas maneras". Según su relato, el facultativo le miró la garganta y el pecho y le recetó paracetamol durante 48 horas sin aclararle cuál era el diagnóstico.

El miércoles 23 el dolor empeoró y Gustavo Maestre "sentía que me iba a morir en casa", por lo que su mujer llamó a una ambulancia que le trasladó al Hospital de Sagunto, donde ingresó con cuadro de apendicitis y fue operado al día siguiente a las 11.00 horas. Una operación que en principio fue bien, ya que a su mujer le dijeron que le darían el alta al día siguiente, tras la correspondiente estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos. Sin embargo, asegura, poco después "llamaron a mi mujer para decirle que había empeorado, que tenía un 1 % de vida y que estaban esperando que falleciera".

Según su versión, "el lunes ya tenía peritonitis, que me provocó septicemia y fallo multiorgánico". El paciente permaneció 62 días en coma, y tardó todavía 28 días más en recibir el alta. Perdió 35 kilos y apenas podía caminar. Un mes después acudió al centro de salud a poner una reclamación, y allí "me dijeron de mala manera que no hay" hojas oficiales para hacerlo. Tras insistir, consigue poner la queja, aunque asegura que no ha recibido ninguna llamada ni comunicación de la Conselleria de Sanidad.

Desde la Conselleria de Sanidad han explicado que el paciente presentó dos escritos de agradecimiento en el Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP), otro escrito más en relación a otro asunto diferente, y se ha comprobado que sí presentó la reclamación en el centro de salud. Por ello, según las mismas fuentes, se va a estudiar qué es lo que ha sucedido y si se ha producido alguna irregularidad. Gustavo ha asegurado que al ver el caso de Emma pensó que "no es un caso aislado", es algo que "está pasando" y ha abogado porque "no haya más Emmas ni más Gustavos". "No hablamos solo de mala praxis, es que no quieren atender a la gente y nos tratan como a un perro", ha finalizado.