La magia del orden no existe, sino que es alguien que tercamente lo mantiene. Hasta Marie Kondo (Tokio, 1984) ha claudicado de aquel método suyo para mantener cualquier espacio a raya basado en el desapego material –tira todo lo que no te procure “chispas de felicidad”– y la categorización metódica de cualquier objeto. Se lo inventó antes de tener tres hijos, el último en 2021. “Mi casa está desordenada, pero la manera en que ahora gasto mi tiempo es la adecuada para mí en esta etapa de mi vida”, confesó en una charla, recogida por The Washington Post. El método KonMari no resiste el embate de tres niños tirando las cosas por el suelo, vino a reconocer la profeta del orden, ahora apóstata, para regocijo de tantas familias mortificadas por ella y la suegra.

Marie Kondo busca ahora “calma y felicidad”: no siempre las encuentra doblando camisetas para que se mantengan en posición vertical, en aquellos cajones impecables en cualquier momento que alguien quiera abrirlos. La nueva Marie Kondo ha dado la bienvenida al año nuevo hablando del kurashi, un estilo de vida más amplio que ya no solo busca el Nirvana a través de la organización. Tratarse a una misma con amabilidad, mejorar las relaciones personales y tirar de meditación y 'mindfulness' cuando haga falta forman parte de las nuevas consignas.

Niños y piano

Ocho años después de que 'La Magia del Orden' -12 millones de ejemplares vendidos- la convirtiese en un fenómeno global, Marie Kondo promociona su nuevo libro, 'El método kurashi: cómo organizar tu espacio para crear tu estilo de vida ideal'. La nueva Marie Kondo busca ahora el placer pasando tiempo con sus hijostocando el piano a la hora del desayuno o enfundada en pijamas 100% de seda o algodón. Ya no se la ve, como en sus dos series de Netflix, domando espacios imposibles de personas que recurren a ella, incapaces de deshacerse de trastos que no usan pero se ven incapaces de tirar. “Nuevo año, nueva energía”, oficializó en su Instagram al dar la bienvenida a 2023. La meditación, las teteras y un jardín zen de escritorio protagonizan algunas de sus últimas publicaciones.   

Quién sabe si el giro de la hábil Marie Kondo, una de las cien personas más influyentes del mundo según la revista 'Time' ya en 2015, responde solo a un cambio de ciclo vital o la necesaria reinvención de KonMari Media, la compañía que ella fundó y preside su marido, Takumi Kawahara. Se casaron en 2012, él es un discreto profesional de ventas y marketing de Osaka que cuando se le declaró no tenía dinero para comprarle un anillo. Tres años después vivían en Los Ángeles y tenían a su primera hija, Satsuki, y en 2016, a la segunda, Miko. Antes del tercer hijo, Marie Kondo aún intentaba que las niñas se implicasen en arreglar la casa –“trato de hacerlo divertido, para que vean que es una actividad que se disfruta”, declaró en ‘¡Hola!’.

Pero no eran como ella. Ya de pequeña, Marie Kondo estudiaba las secciones de decoración de las revistas de su madre y, siendo solo una adolescente, había devorado todos los libros sobre orden que se habían publicado en su país. Con solo 16 años, sufrió un desmayo de dos horas en su habitación del que se despertó convencida de su destino: montar una consultoría que ayudase a la gente a ordenar. La nueva epifanía de Marie Kondo le dicta que es momento de aflojar con el leitmotiv de su vida, volver a Japón y mirar hacia su interior. Veremos qué le depara la corazonada, empresarialmente.