Si decenas, cientos o incluso miles de personas insultaran a un ciudadano cuando va a tirar la basura o comprar el pan, ¿alguien zanjaría el asunto con un 'tápate las orejas, no les hagas caso'? Esa es la respuesta, el 'consuelo' que suelen recibir las mujeres periodistas que sufren ciberacoso (un 73% de las profesionales en algún momento de su carrera, según un estudio de la Unesco). Con ese irrebatible ejemplo ha resumido la situación la periodista Sara González, quien ha recordado que el creciente fenómeno del ciberacoso se suma al acoso sexual y a la brecha salarial ya conocidas por todas. "Esto no se soluciona con un 'no lo mires'Las redes son espacio público y falta una conciencia colectiva del daño que provoca ese coso. Ni callaremos ni nos harán callar", ha resumido a modo de advertencia la periodista de EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, en la apertura del acto celebrado este lunes en el Parlament; una cita que, a ojos de la periodista Mònica Terribas, supondrá "un antes y un después".

El encuentro ha contado con la participación de una emocionada Cristina Puig, quien ha denunciado como como sociedad hemos normalizado "el 'bullying' de toda la vida". "Te hacen sentir que no te mereces estar donde estás; te hacen sentir indigna; que no mereces hacer ese trabajo. Me he sentido muy sola. La frase que más he escuchado ha sido 'no lo mires, el mundo no es Twitter'; pero mis padres no tienen Twitter y se enteraban de todas las polémicas porque se hacían noticias de ellas", se ha sincerado la presentadora. "Muchas veces recibía mensajes de apoyo privados, pero públicamente, silencio; sabían que si defiendes a alguien que está siendo linchado, detrás vas tú", ha añadido la que fuera presentadora de FAQS, todos los sábados por la noche en TV3. "Los domingos por la mañana en mi casa eran un drama, y explicarlo te hace sentir vulnerable", ha concluido.

A esa "soledad e indefensión" se ha referido también la periodista especializada en deportes Gemma Herrero: "Yo iba temblando a algunas tertulias, temblando", ha señalado.

Pero... ¿Cuál es el objetivo de ese acoso? Terribas lo tiene claro: "Minar tu reputación; quitarte del sitio de 'okupa' en una situación de poder que estás ocupando".

El acoso en forma de insultos, de comentarios machistas, de cosificación, de desprecio laboral, de cuestionar su profesionalidad por sus vínculos de pareja, de envío de imágenes intimidatorias, de señalamiento y de incitación sistemática al resto de usuarios para que las desprestigien e incluso en los casos más graves, de amenazas de violación y de muerte... Estas son solo algunas de las situaciones expuestas este lunes, que han ido integrándose de forma peligrosa en el día a día de las periodistas por el mero hecho de ejercer de su oficio. Hecho, además, "amplificado por la sensación de impunidad que la distancia y el anonimato de las redes sociales otorgan a los acosadores", ha añadido la periodista Mònica Oltra. Algo a lo que hay que sumar la indefensión de las afectadas por la falta de mecanismos para hacer frente a las múltiples consecuencias de este acoso.

Reparación pendiente

Estas son solo algunas de las muchísimas ideas expuestas en encuentro que buscaba también servir de reparación pendiente, organizado por la Associació de Periodistes Parlamentaris de Catalunya Col·lectiu Ciutadella, inaugurado por Alba Vergès, presidenta del Parlament, quien se ha referido al "acoso constante y descarnado" hacia las políticas de cualquier color. "Si somos determinadas y ambiciosas somos malas, si somos empáticas y mostramos emociones no estamos hechas para la política. O somos demasiado duras o demasiado blandas", ha apuntado Vergès, hablando directamente de violencia sistémica.

La abogada Laia Serra ha coincido con Terribas en que el acto de este lunes como "el principio de un camino". "Tenemos que dejar de entender estos ataques como hechos aislados y entenderlos como un fenómeno estructural. Los mecanismos funcionan cuando hay un consenso social, la pelota está en el tejado de todos y todas", ha concluido la letrada.

Impacto psicológico

En el emotivo y combativo acto de este lunes, las periodistas han insistido en que "es necesario hacer público que el acoso, también en su versión digital, tiene un impacto psicólogo en las profesionales". De hecho, es una de las formas de violencia machista que recoge la Ley 17/2020, que daña y tiene una afectación y un desgaste severo de las vidas de las víctimas, dentro y fuera del trabajo

El acto ha acabado con la lectura de un manifiesto en el que las periodistas han destacado también que las campañas de acoso buscan fomentar el miedo y la inseguridad para que se acaba imponiendo la autocensura. Silenciar a las periodistas. Un ataque claro contra la libertad de prensa y, en consecuencia, contra el derecho a la información.

Entre los firmantes del manifiesto, el Sindicat de Periodistes de Catalunya, la Associació de Dones Periodistes de Catalunya y el Col·legi de Periodistes de Catalunya, organismo que, según ha señalado Magda Gregori Borrell, pondrá en funcionamiento en las próximas semanas un 'punto lila' para atender a las víctimas.