Cudillero

Dos mujeres renuncian a gestionar el bar de una pequeña parroquia asturiana por "acoso machista"

La pareja lamenta el trato vejatorio de algunos hombres y anuncian que abandonarán la localidad, pese al apoyo de la junta parroquial

Una imagen del interior del establecimiento hostelero de Faedo.

Una imagen del interior del establecimiento hostelero de Faedo. / R.T.C.

T. C.

Continuas faltas de respeto y acoso machista por parte de la clientela. Es la denuncia que hacen con su testimonio las dos mujeres que, desde finales de noviembre, regentan el "Chigre de Faedo", en la localidad de Faedo (Cudillero), y que han decidido cerrar las puertas del negocio y marcharse del pueblo en el que acababan de establecerse porque "no estamos dispuestas a soportar vejaciones", aseguran.

Las dos mujeres, que son pareja, han recibido numerosas muestras de apoyo tras conocerse la situación que denuncian y cuyos detalles han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil. Explican que, desde que abrieron el bar, el pasado 4 de diciembre, han tenido que soportar "comentarios vejatorios y miradas lascivas" por parte de algunos clientes que "se creen que pueden tratar a las mujeres como un trozo de carne". Aunque no refieren acoso homófobo como tal, sí que dan cuenta de un trato "poco adecuado" hacia una pareja homosexual. "Me decían cosas como "tu compi". No, no es mi compi, es mi pareja. Eso no lo dirían de un hombre y una mujer. No nos trataban con respeto. En la vida vivimos una situación así", cuenta una de las afectadas, que prefiere mantener en el anonimato la identidad de ambas.

La "gota que colmó el vaso" ocurrió el pasado sábado cuando, siempre según su testimonio, recibieron amenazas directas por parte de un hombre que les dejó claro que sabía donde vivían y que les llegó a decir que estaba dispuesto a pegar un tiro a su perro. Otro de los clientes, que estaba en compañía de su novia, salió en defensa de las dos mujeres, lo que provocó un enfrentamiento directo con el autor de las amenzas, que se negó a abandonar el bar. Esta situación se vivió tras una noche en la que un grupo de clientes, supuestamente bajo la influencia del alcohol, se excedieron con sus comentarios, señalan. Así lo reflejaron en las redes sociales los responsables de la parroquia rural de Faedo, que respaldaron a las regentes del bar.

"Han sido víctimas de un acoso brutal" por parte de un grupo de personas "que ha estado haciendo todo tipo de comentarios asquerosos, mirándolas de arriba a abajo constantemente de manera lasciva, intentando bailar con ellas, molestándolas en la barra, buscando rozarse con ellas e incluso alguno pasando al otro lado de la barra con la excusa de tirar algo a la basura y así poder mirarlas mejor", relata el texto recogido por las responsables del bar en las redes sociales, donde hay numerosos testimonios de respaldo hacia ellas.

Apoyo del Alcalde

Aunque los responsables de la junta han declinado hacer declaraciones sobre este asunto, las gestoras del bar agradecen públicamente su apoyo y el de los vecinos que las han respaldado tras hacerse públicos los hechos. Las mujeres se asentaron en Faedo hace unas semanas con ilusión de habitar en un entorno rural, cuentan. Escogieron esta localidad porque una de ellas había residido en su juventud en el pueblo, donde sus padres tdisponen de una vivienda. "Estábamos contentas con la acogida de la casa de comidas y nos hemos encontrado con muchos vecinos agradables y respetuosos. Es muy triste e injusto que tengan que pagar justos por pecadores, pero, ahora, en la vida queremos volver a estar detrás de una barra", añaden.

El alcalde de Cudillero, Carlos Valle, lamentó lo sucedido y condenó cualquier tipo de violencia. "Desgraciadamente la violencia machista es una realidad que vivimos en este país. Estas mujeres tienen nuestro apoyo y recordamos a cualquier persona que sufre violencia que tiene medidas legales a su alcance", señala el regidor pixueto. Por su parte, la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias condenó los hechos y mostró su hartazgo: "Manifestamos públicamente nuestra condena a la violencia machista en las aldeas y en los pueblos asturianos".

La dos mujeres han iniciado una campaña de recaudación de fondos para recuperar los 4.000 euros del préstamo solicitado para hacer frente a los gastos iniciales de un fallido proyecto hostelero que las tenía "muy ilusionadas". De momento, ya han recaudado más de 900 euros.

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