Navidad en Ibiza: Papá Noel deja los renos por la moto

La Papanoelada solidaria que, desde 2017, celebra el Pitiús Team motoclub, este año ha ido más allá de la recogida de juguetes, ropa y alimentos no perecederos que protagonizaron las primeras ediciones. Semanas atrás, durante los preparativos para la convocatoria de este año, los directivos del club motero se dieron cuenta de que cerca del punto de encuentro de su ruta, el Passeig de ses Fonts de Sant Antoni, se iba a celebrar el festival a beneficio de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Balears (Aspanob).

Fruto de esta coincidencia, el motoclub cambió su ubicación al Passeig de la Mar, para colaborar también con el otro evento solidario de la jornada. «Todos los años empezábamos con una chocolatada gratuita, pero este pensamos en cobrar dos euros y hacer una recolecta para Aspanob», recordó Miguel Ángel Navas, del Pitiús Team Motoclub.

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Así, antes de las diez de la mañana, no paraban de llegar grupos de decenas de pilotos ataviados de Papá Noel. Tras acabar con más de 30 litros de chocolate, la comitiva inició su caravana hacia Sant Josep, para después hacer una parada en el Martillo del puerto de Vila y finalizar frente al Ayuntamiento de Santa Eulària.

En estos dos últimos puntos, al igual que en la salida en Sant Antoni, una mesa con los voluntarios de Cáritas recibía los juguetes, ropa o alimentos que iban entregando los participantes que se unían al recorrido. En total, se sumaron más de 150 motos y unas 300 personas en esta ruta.

Festival de Aspanob

Mientras, a las once de la mañana daba comienzo el festival de canto y baile a beneficio de Aspanob, que contó con la participación de cinco academias de Sant Antoni, espectáculos de magia y actuaciones musicales durante todo el día. Además, se sirvió un arroz de matanzas para 450 personas, a un precio popular de siete euros por ración.

En las 14 ediciones anteriores, Aspanob ha recaudado entre 7.000 y 10.000 euros en cada festival, según indicó su delegada en Ibiza y Formentera, Carmen Vargas. Para ello, también cuentan con un mercadillo solidario y un puesto de venta de repostería donada por varios establecimientos o que preparan las voluntarias de la entidad, como Rosa Aracil y Teresa Jaime. Ambas recibieron asistencia y un hospedaje por parte de la entidad cuando sus hijos estaban ingresados en Mallorca.

«Vinieron a la habitación de mi niña a ofrecernos todo tipo de ayuda. Estoy tan agradecida que me convertí en voluntaria y ahora vengo todos los años a colaborar», destacó Aracil.

Aspanob recibe cada año a unas 50 nuevas familias que acompañan a sus hijos en los tratamientos, principalmente en Son Espases, y cuenta con cinco pisos de acogida en Mallorca y uno en Barcelona. La entidad ofrece en el centro hospitalario un psicólogo, musicoterapeuta o el apoyo de voluntarios. Además, tras decorar toda la planta de oncología pediátrica, ahora prepara una sala de entretenimiento para adolescentes en el hospital.

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