Los juguetes titánicos de Santa Eulària

Alfredo Marí ha sido durante años uno de los personajes más populares de Eivissa gracias a los numerosos conciertos que animaba como cantante de Pota Lait. Tras la separación del grupo, ha encontrado una nueva vía para encauzar su creatividad y con la que también consigue alegrar a todo el público. Ahora, despierta el interés de pequeños y mayores con el proyecto Jugueroix, que ayer se desplegó en Santa Eulària y repetirá los dos próximos domingos.

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Los juegos de gran tamaño que diseña Alfredo Marí con su proyecto Jugueroix consiguen que los mayores se involucren con verdadero ahínco. Aunque al principio lleguen al paseo de s’Alamera de Santa Eulària solo para que sus pequeños pasen un buen rato al aire libre, nada más empezar a juguetear con ellos se contagian de verdad y les sale su vena más competitiva.

En las últimas fiestas de Jesús, Marí montó durante una semana algunos de sus juguetes titánicos en la plaza de la iglesia. «Había dos hermanos de unos 40 años que estaban a grito pelado, como si les fuera la vida en ello: ‘Llevamos toda la vida picándonos entre nosotros y no sabemos jugar de otra manera’ me dijeron».

Los juguetes titánicos de Alfredo

Los juguetes titánicos de Alfredo / Josep Àngel Costa

Cualquier padre o incluso los abuelos recuerdan su infancia con buena parte del despliegue que ha instalado Alfredo Marí, con una quincena de juguetes. Algunos recuerdan a los laberintos en los que, jugando con el equilibrio y la gravedad, había que conducir una bola por un circuito agujereado o con obstáculos.

Otros invitan a la competición directa con otro jugador, como el billar holandés. También triunfa una versión orgánica de las máquinas de air hockey, donde, en vez de un mazo para golpear el disco hacia la portería contraria, se usa una goma elástica.

Buena parte de estos diseños superan la altura de los niños, de ahí que los pequeños se sientan atraídos de inmediato por esas maderas titánicas y coloridas que les retan a interactuar. Algunos de ellos invitan a una participación calmada, como el cuatro en raya vertical o un escudo medieval del que sobresalen unos testigos para hacer puntería con aros.

Nada más llegara s’Alamera, el pequeño Marcos Ballester López empieza a correr hasta uno de los tableros en los que pone a prueba su pericia. «Le llama mucho la atención porque es algo nuevo para él», comenta la madre, Leticia.

'Alfredetto'

Mientras, Marí va de un montaje a otro explicando su mecanismo. Los niños sienten interés inmediato hacia él porque va vestido como un personaje de cuento. Al ser carpintero, se ha inspirado en Geppetto, «en este caso, Alfredetto», bromea.

Toda Ibiza le conocía como cantante y gran animador de fiestas populares al frente de Pota Lait. Años después de la desaparición del grupo, ha encontrado otra vía para encauzar su creatividad. Aunque es autodidacta, su nueva pasión también tiene parte de herencia.

«Mi padre fue a Artes y Oficios y, con 19 años, fue campeón de España y subcampeón de Europa de torno de madera. Aunque al principio tuvo también una carpintería, luego se dedicó solo a la cristalería», detalla. Con algunas de las máquinas de su padre y otras que se compró, Marí fue haciendo sus pinitos y llegó a fabricarse un kayak de madera. Después se especializó en jarras de cerveza, hasta que en enero se volcó con los juegos gigantes, su gran proyecto. «Estoy muy contento con mi cambio de vida. En el taller, desconecto del todo y siento una paz total».

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