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Fiestas en Ibiza: Tres años sin ‘xacota’ en Forada

La Colla de Buscastell abre las fiestas patronales de la localidad tras una larga temporada sin organizar sus ‘ballades’ tradicionales

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Fiestas de Forada Vicent Marí

La Colla de Buscastell es la encargada de inaugurar el calendario estival de ballades de pous en el pozo de Corona, que se celebra el sábado más cercano al día de Sant Joan. Pero este año cancelaron la cita por el fallecimiento del propietario de esa finca. Igualmente, por duelo familiar, tampoco han podido recuperar su otro gran encuentro anual, la Festa de s’Oli en el trull de Can Pep de sa Plana. Encima, arrastraban la inactividad provocada por el covid.

«No hemos podido celebrar ninguna fiesta pagesa en tres años, así que ahora preparamos esta con más ilusión que nunca», destaca Isabel Prats, mientras prepara el caldo de pescado, en una olla inmensa, para la paella que servirán a 200 comensales. No solo celebran su regreso a las celebraciones populares, con el que dan el pistoletazo de salida a las fiestas patronales de Forada, sino que también organizan, por primera vez, una xacota en el mercadillo artesanal de los sábados en la localidad.

«Hace poco que hemos organizada en el mercado dos jornadas para enseñar ball pagès a todos los interesados y para ofrecer una actuación, pero es la primera vez que celebramos una fiesta aquí», apunta la presidenta de la agrupación, Cristina Ribas. En cambio, últimamente, la Colla de Buscastell ha aprovechado para difundir el folclore pitiuso en la Península, ya que actuaron en octubre de 2021 en Manises (Valencia) y en junio pasado en Ponte Caldelas (Pontevedra).

De hecho, la agrupación de Ponte Caldelas, Os Coribantes, devolverá la visita en el festival folklórico ‘Arrels Vives’, dentro del programa de fiestas de Forada, el próximo 4 de noviembre. La Asociación Folclórico-Cultural Castillo de Guadamur (Toledo) completarán el cartel del certamen.

Nuevas generaciones

A unos visitantes del mercado les llaman la atención las colorida faja de los balladors, sobre todo la Alberto Ribas, en contraste con la roja que lucen su hermano Toni y el resto de miembros de la colla. «Siempre que sean colores nobles, como verde, rojo o azul, se puede llevar cualquiera. Es a gusto de cada uno», explican.

Toni y Alberto, de 33 y 27 años, son de los balladors de menor edad de la jornada, aunque en su agrupación, como en el resto, abundan más jóvenes que ellos. «El problema que tenemos es que el 90% de ellos sale fuera a estudiar y no todos pueden venir a estas fiestas, así que solemos a recurrir a compañeros de otras colles», indican.

Actividades

Poco antes de las once y media de la mañana, la Colla de Buscastell deleita con una exhibición de baile a los asistentes al mercado de Forada, que sorprende sobre todo a varios visitantes extranjeros. El resto de actividades del programa están centradas en juegos como tirau sa boina, en el que se lanza un sombrero y se intenta colgarlo de un palo vertical, la competición de cuerda entre equipos, esquís pagesos o comer manzanas colgadas de cuerdas.

Entre todas las actividades del programa destaca s’abeurador, creado aposta para la ocasión a partir un divertimento popular en Alemania, en el que el participante debe atinar a beber de un vaso sostenido por un mecanismo de madera y varios hilos que maneja con los dedos, como un titiritero.

La mejor época del mercado

Una de las coordinadoras del Mercat de Forada, Marga Jarrín, sigue con su cámara todos los pasos de la colla. Para ella, esta fiesta es una oportunidad para aprovechar la ubicación del mercado, en pleno campo, con otros eventos culturales. «Es un lugar ideal para todo tipo de actividades, como combinar la venta de fruta con poesía», apunta.

Jarrín destaca que nuevos proyectos artesanales están aportando un empuje a este cita semanal. Es el caso de Alba Míguez y Cinta Piqué, «las novatas del mercado», como bromean ellas mismas. Hace tres semanas que participan en el mercado con Un Nuevo Día, la marca de sus champús sólidos, elaborados con ingredientes como salvia, aloe vera y aceite de almendras.

«Este mercado se adapta mucho a nuestro producto, porque usamos ingredientes naturales y locales», detallan. Aunque solo hace seis meses que crearon la marca de su laboratorio, llevan más de dos años investigando con las hierbas que recogen para mejorar sus productos. «Ha sido un proceso largo hasta dar con nuestra fórmula».

Para Pep Cardona, Pujolet, es su primer día de mercado. «Queda muy lejos de Sant Josep», bromea. Él era el último pescador que faenaba en es Cubells y, tras su retirada hace un par de años, ha descubierto una nueva pasión confeccionando cestos y otras especialidades artesanales ibicencas.

Entre la treintena de puestos del mercado, con diferentes especialidades artesanas, destacan también varios productores agrícolas locales. Es el caso de Raimon Torres, que vende la fruta y verdura de su cercana finca, donde cuenta con el punto de venta directa Tierra de Ibiza. «Lo mejor del mercado es que somos vecinos y nos conocemos todos. Además, la mejor temporada es ahora, de octubre a abril», valora.

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