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Bechtold, tributo al pintor y al vecino

El Centro Cultural de Sant Carles acoge un emotivo concierto en homenaje al artista, a cargo de Pablo Martos y Alberto Martos, primer violín y primer violonchelo de la Orquesta West-Eastern-Divan, y el pianista Ambrosio Valero, artista Bösendorfer

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Bechtold, tributo al pintor y al vecino J.A: Riera

Reconocido melómano, Erwin Bechtold, no faltaba nunca a su cita con el Festival Internacional de Música y el Concurso de Piano, cuyos diseños llevan desde 2005 la firma del extraordinario pintor, al que ayer Ibiza rindió homenaje con un espléndido concierto en ese mismo Centro Cultural de Sant Carles en que Erwin y Christina Bechtold expresaron y compartieron su amor a la música tantas veces.

Ayer era solo una emocionada Christina la que estaba allí para recibir el cariño y la admiración de los ibicencos que llenaron el recinto. Ella les agradeció a la familia Ferrer, a Consell y Ayuntamiento, a amigos y vecinos, a todos los presentes, el homenaje en un sincero escrito, pero cedió la palabra, embargada por la tristeza y el sentimiento. María Ángeles Ferrer, impulsora del Centre Cultural de Sant Carles y organizadora del festival junto con su padre, Jaime Ferrer, leyó el conmovedor texto.

Entre las personas a las que Christina agradecía su presencia se encontraban los doctores Cristina Sánchez y David Fernández, que acompañaron a los Bechtold durante las tres últimas semanas de vida del artista, fallecido el pasado septiembre. Cristina subió también al estrado, donde no olvidó pedir a las instituciones que conserven el legado del extraordinario pintor.

Un guante que no tendrán problema en recoger. El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, sin embargo, no quiso recordar durante su discurso solamente al gran artista, sino «también al vecino», que fue «una persona maravillosa», un aspecto sobre el que incidieron prácticamente todos los intervinientes. Los Bechtold eran, son, una familia más de Sant Carles, querida. Así, la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, tuvo palabras de gratitud y cariño para Christina, a la que también estuvo dedicado este homenaje.

«Arte y música van unidos»

Y el mejor tributo que le podía dar a un hombre que repetía que «arte y música siempre están unidos», como recordaba María Ángeles Ferrer, era un concierto como el de ayer, a cargo de Pablo Martos y Alberto Martos, primer violín y primer violonchelo de la Orquesta West-Eastern-Divan dirigida por Daniel Barenboim, y el pianista Ambrosio Valero, artista Bösendorfer. Intérpretes de primer nivel, como demostraron anoche ante un público encandilado, pero también amigos del artista. Fue el Trío Martos Valero el que ofreció el último recital del Festival Internacional de Música de Ibiza al que asistió el pintor, el 27 de agosto de 2021. Los Martos, que conocieron entonces a los Bechtold, recordaron en el homenaje las veladas que pasaron aquel verano con Erwin y Christina en su casa de Sant Carles hablando de filosofía, de arte..., de lo divino y lo humano; de la vida. Y tampoco quiso el pianista Ambrosio Valero silenciar su admiración por lo «maravilloso» de que un lugar tan pequeño como Sant Carles sea capaz de albergar tanta y tan buena cultura.

Bechtold decía de sí mismo «soy de Colonia y de Ibiza, pero no alemán, aunque amo a Bach», como evocó María Ángeles Ferrer, conductora del acto, y esta predilección tuvo su reflejo en el programa, pues durante el recital los extraordinarios músicos interpretaron cuatro piezas del que para muchos melómanos es el compositor más grande:‘Preludio en Do Mayor nº 1’ de El clave bien temperado’ (libro I, BWV846, para piano); la ‘Chacona’ de la Partita para violín solo nº 2 en re menor (BWV 1004); ‘Preludio, Allemande y Sarabanda’ de la Suite para violonchelo solo nº 2 en re menor (BWV 1008) y el Preludio y fuga en la menor para órgano (BWV 54, transcripción para piano de Franz Liszt).

Además, el trío formado por los hermanos Martos y el pianista Ambrosio Valero volvió a tocar en homenaje al pintor el Trío nº 2 en mi menor, opus 67, de Dmitri Shostakovich, como ya hicieran aquel verano de 2021. Una pieza que estremeció en su día a Bechtold y que ayer traspasó a todos los asistentes: el músico la compuso en 1944 y evoca la brutalidad de la guerra, esa Europa devastada de la que el artista huyó hasta encontrar en Sant Carles su lugar en el mundo hace 59 años.

Los asistentes también pudieron admirar en el salón del centro cultural los diseños que creó expresamente para los carteles del Festival Internacional de Música de Sant Carles su vecino más ilustre.

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