Un espacio con inmensas oportunidades. Eso es Extremadura, una tierra perfecta para emprender. La comunidad autónoma ha dado un salto de gigante en el último lustro y se posiciona para liderar la necesaria revolución verde y digital en España. Todo ello ha sido posible con una estrategia industrial y económica valiente, en la que la colaboración público-privada da frutos visibles desde hace tiempo. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, así lo reivindicó el pasado mes de septiembre en un desayuno informativo del Grupo Prensa Ibérica en Madrid: "en estos momentos lo que queremos, desde Extremadura, es que nos dejen volar ahora que tenemos alas". El vuelo ya se ha iniciado, sin duda.

Hasta hace poco se pensaba en Extremadura como gran espacio de la agroindustria del país. Ahora las tornas han cambiado y Extremadura no es una "gran desconocida", sino una referencia nacional del vehículo eléctrico, tiene buenas reservas de litio y prepara la segunda gigafactoría de baterías de España. Pero no es el único proyecto en ciernes. 

CCGreen prevé invertir 1.300 millones de euros a lo largo de varias fases de la construcción de un ecopolígono industrial en Cáceres, que se desarrollarán desde 2023 hasta 2030, e incluirá siete grandes edificios data centers con 70 MW IT, entre otros proyectos. De esta manera, se convertirá en el primer Campus Data Center neutro en carbono de la Unión Europea y pondrá a Cáceres, y Extremadura, en el centro del mapa de la innovación en Europa.

¿Alguien había imaginado que en Trujillo se iban a fabricar diamantes artificiales para hacer semiconductores con destino a la industria automovilística? El año que viene comienza a construirse la factoría. 

Son tan solo un par de ejemplos de lo que se ha logrado, entre otras cosas, dando prioridad a la logística, gracias a una estrategia que ha animado a grandes empresas como Monliz a instalar uno de sus centros en la Plataforma Logística del Suroeste Europeo que se encuentra en Badajoz.

Electromovilidad

La movilidad eléctrica española es una carrera de fondo en la que Extremadura parte en una posición ventajosa. Los deberes se vienen haciendo desde 2018. La Comunidad Autónoma cuenta desde ese año con una Estrategia de Impulso del Vehículo Eléctrico hasta 2030 que tiene como objetivo acelerar su extensión subvencionando su compra, además de desarrollar las infraestructuras necesarias para conseguir una red de recarga amplia y capaz de atender la demanda. Se trata de favorecer un nuevo modelo de movilidad en Extremadura apoyado en los principios de seguridad, eficiencia y sostenibilidad medioambiental y económica.

El objetivo es que en 2030 haya 30.000 vehículos sin emisiones por las carreteras extremeñas y alcanzar este objetivo es factible. Tanto el Gobierno de España como la Junta de Extremadura están apoyando con incentivos económicos importantes para que este objetivo se convierta en realidad.

En los últimos 4 años se han puesto en la calle cinco convocatorias de ayudas, dos de ellas con fondos de la Comunidad Autónoma (4.179.000€) y otras tres con fondos del Estado (11.450.022€) que están sirviendo de estímulo para que la ciudadanía, las empresas y las entidades locales de la región participen activamente en la penetración del vehículo eléctrico en Extremadura.

Por sus características geográficas y la articulación actual de la movilidad regional, el transporte con base en combustibles fósiles en Extremadura es una de las principales fuentes de contaminación. La electromovilidad se ha convertido en una cuestión vital para el desarrollo sostenible que impulsa la Junta de Extremadura.

Los datos de matriculación de vehículos eléctricos puros en Extremadura arrojan en los primeros ocho meses de 2022 crecimientos interanuales acumulados del 48,33% por encima del 28,36% nacional, lo que evidencia el interés de la población extremeña por este tipo de movilidad sostenible.

Evidentemente la penetración de este tipo de vehículos en el parque automovilístico extremeño es un proceso gradual y creciente, en función de factores como el ahorro, la autonomía de las baterías, o la disponibilidad de puntos de recarga de acceso público, pero parece claro que es un proceso que se va a ir acelerando a lo largo de esta década.

Algo que también viene ocurriendo en la red de puntos de recarga. Según el Barómetro de Electromovilidad de ANFAC el indicador de infraestructura de recarga en el segundo trimestre de 2022 se coloca en Extremadura en el 5,3 ligeramente por debajo del indicador nacional 5,6. Esto se traduce actualmente en 272 puntos de recarga de acceso público en Extremadura, el 1,72% del total nacional.

A pesar de los obstáculos aún existentes, que se irán reduciendo con el avance de la tecnología y la competencia en el mercado, entre ellos el aumento del precio de la electricidad, disponer de un vehículo eléctrico sigue saliendo muy a cuenta, en torno a 4 euros por cada 100 kilómetros recorridos, por lo que apostar por la electromovilidad es una buena decisión en términos económicos, energéticos y medioambientales.

Por ello desde la Junta de Extremadura se defienden estos vehículos no contaminantes, apoyando con subvenciones a quienes los compran, impulsando una red amplia y densa de puntos de recarga con acceso público, y trabajando para que estos vehículos eléctricos, limpios y eficientes sean habituales en las calles y carreteras extremeñas.

Gigafactoría de Navalmoral

La región está lista para acoger la segunda gigafactoría del país para coches eléctricos que pondrá en marcha grupo Envision. Es una pieza clave para el conjunto del sector y las previsiones apuntan a que pueda estar operativa en 2025. La inversión es de 2.500 millones de euros . La gigafactoría de batería de vehículo eléctrico en Navalmoral de la Mata tendrá una capacidad de hasta 50 GWh en la fase 1 y creará 3.000 empleos verdes de alto valor añadido cuando esté operativa en 2025. La gigafactoría forma parte del Proyecto VENERGY+, que consta de 12 socios de 10 Comunidades Autónomas en las que se localizarían proveedores de piezas y componentes de vehículos utilizando tecnología avanzada como parte de un ecosistema integrado de baterías.

Un destino competitivo

El consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España señala que Extremadura aborda con esperanza, ilusión, ambición y coraje los retos de futuro a través de la implantación de grandes proyectos industriales en nuestro territorio, lo que permitirá posicionar a esta región del suroeste español como un firme destino empresarial muy competitivo en términos de atracción de inversiones, capital, y generación de riqueza y empleo de calidad.

"Tal y como dice nuestro presidente Guillermo Fernández Vara, somos una tierra de sol y agua con una magnífica oportunidad de transformación industrial, energética y digital para despegar hacia un futuro más sostenible en igualdad de oportunidades" agrega.

Con este proyecto de la gigafactoría de baterías para coches eléctricos en Navalmoral de la Mata, se favorecerá la industrialización, la generación de nuevos polos tecnológicos, la atracción y la generación de talento en Extremadura.

El consejero precisa que el reciente registro del proyecto y el anuncio de exposición pública del trámite ambiental del proyecto, cuyo promotor es Envision AESC, así como el anuncio de presentar la solicitud de incentivos regionales y aplicación al FAIIP, "es un paso importante para que este proyecto se haga realidad".

Por último, Rafael España indica que esto está siendo posible gracias, no solo a la acción del Ejecutivo extremeño y nacional, con su estrategia de atracción de proyectos empresariales, sino también al trabajo realizado en años anteriores y en la respuesta a las necesidades trasladadas desde el sector empresarial regional que nos han procurado mayor competitividad y presencia.