Año 2022: Zamora escribe un capítulo siniestro en el balance de incendios forestales en España.
Las estadísticas oficiales certifican las consecuencias del desastre medioambiental y agropecuario del pasado verano, que cuenta la devastación por miles de hectáreas.
Los datos recogidos por el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFI) confirman los peores augurios. De los 60 fuegos acaecidos en España con una superficie mayor de 500 hectáreas, ocho se localizan en la provincia de Zamora. Dos han hecho historia por su magnitud. El llamado incendio de la Sierra de la Culebra, con 24.737 hectáreas quemadas. Y el incendio de Losacio, aún más devastador, con un balance de 31.472.
Considerando técnicamente como Gran Incendio Forestal (GIF) aquel que supera las 500 hectáreas, estamos ante uno de los años más desastrosos desde mediados del siglo XX. En 2019 se contabilizaron 15 GIF en España, en 2020 ascendieron a 18, en 2021 fueron 21 y este 2022 se ha disparado a 60 en todo el territorio nacional durante los diez primeros meses del año.
Las estadísticas del sistema europeo EFFI se ven ratificadas por el balance de la Junta sobre los incendios en Castilla y León desde enero hasta agosto de 2022.
En ese periodo se contabilizan 16 grandes incendios en todo el territorio autonómico, la mitad de los cuales se localizan en la provincia de Zamora. De las 81.748 hectáreas forestales quemadas a lo largo y ancho de las nueve provincias, 56.762 afectan a Zamora. Es decir, esta provincia acapara el 70% de la superficie forestal abrasada en Castilla y León durante los ocho primeros meses del año. Superficie agrícola al margen.
De los ocho incendios que han superado 500 hectáreas en Zamora, cinco fueron intencionados -Hermisende, Lubián, Figueruela de Arriba, Roelos y Losacino-. Otros dos fueron provocados por rayos -Riofrío de Aliste (Sierra de la Culebra) y Losacio-; y el de Almaraz de Duero debido a una negligencia.
El año 2022 comenzó ya mal en la provincia de Zamora. El 28 de enero un incendio intencionado en Hermisende (Alta Sanabria) calcinaba 1.421 hectáreas, 220 de ellas arboladas. Un mes después en Lubián, de nuevo la Alta Sanabria, otro fuego intencionado se saldó con 503 hectáreas quemadas.
El tercer gran incendio del año en la Comunidad Autónoma también se localiza en la provincia de Zamora. Ocurrió el 15 de junio en Riofrío de Aliste, ocasionado por los rayos, y con 24.073 hectáreas quemadas (es el dato definitivo que aparece en la estadística oficial de la Junta, al que hay que sumar 664 hectáreas de superficie no forestal o agrícola) se convertiría en uno de los más graves de España. El fuego devastó 15.000 hectáreas de superficie arbolada, buena parte en la Sierra de la Culebra, uno de los espacios naturales de mayor valor ambiental.
El cuarto gran incendio se declaraba un mes después, de nuevo en la comarca de Aliste. Un incendio intencionado en Figueruela de Arriba, con un balance de 1.151 hectáreas quemadas, 542 de superficie forestal.
El quinto gran incendio en la provincia saltaba ese mismo 15 de julio en la comarca de Sayago, en Roelos, también provocado y con un balance de 633 hectáreas forestales quemadas, la mitad de ellas de pasto, y a las que hay que añadir 161 hectáreas de superficie no forestal.
Dos días después, el 17 de julio, nuevo desastre. Una tormenta de rayos encendía la mecha en Losacio, con un avance del fuego descomunal que terminó por abrasar 26.181 hectáreas, de ellas 14.760 arboladas, 4.601 de matorral y monte bajo, 6.819 de pastos. Pasó por las comarcas de Aliste, Tábara, Alba y La Carballeda, llegando hasta el Valle del Tera.
No acabaron los sustos en esos días negros de mediados de julio. Una negligencia derivada del uso de maquinaria provocó un incendio en Almaraz de Duero que abrasó 689 hectáreas forestales (303 de superficie arbolada, 153 de monte bajo y 131 de pastos), además de 1.260 hectáreas no forestales.
El octavo gran incendio de la temporada es el de Losacino, provocado el 24 de julio con un resultado de 1.586 hectáreas quemadas -896 agrícolas y 690 forestales-.
El resto de los grandes incendios registrados en la Comunidad Autónoma se localizan en Salamanca (2), Segovia (1), Ávila (2), León (2) y Burgos (1).
Los datos de la Junta de Castilla y León certifican que la problemática de incendios es más acusada en el oeste de la Comunidad. Las provincias de León, Zamora y Salamanca son las que más incendios y más superficie quemada sufren anualmente seguidas de las provincias de Ávila y Burgos, en el resto de la comunidad el problema es mucho menos acusado.
Arbolado abrasado
El promedio de superficie forestal quemada en Castilla y León durante la última década se sitúa en 13.800 hectáreas y 1.240 incendios.
Los datos demuestran que 2022 ha pulverizado todas las estadísticas. Al margen del presente año, el más devastador de la década fue 2012, cuando ardieron 36.920 hectáreas forestales, aún así muy lejos de las más de 81.000 que se llevan contabilizadas en los ocho primeros meses de este año.
El dato de la superficie arbolada destruida este año evidencia el desastre. Frente al promedio de la última década, 3.844 hectáreas, en 2022 se abrasaron 45.805 en Castilla y León, un 1.092% más. El mejor año fue 2018, cuando el total forestal quemado no llegó a las 2.000 hectáreas.
