Enorme convulsión en la Comunidad de Madrid a costa de las nuevas urgencias extrahospitalarias. Nuevas dimisiones y fractura entre las organizaciones sindicales por un plan que no convence a nadie y está pasando una enorme factura al gobierno regional. Hasta el punto de que este mismo viernes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha hecho una llamada al entendimiento. Este viernes, a las 3 de la tarde, arranca una nueva huelga, esta vez convocada por los sindicatos MATS y SummAT, mayoritario del Summa 112. La noticia se conoce tras un anunció de última hora, SATSE, CCOO, CSIT UNIÓN PROFESIONAL y UGT, los sindicatos de la Mesa Sectorial que habían llegado a un acuerdo con la Consejería de Sanidad, que firmaron "por responsabilidad" para reabrir Urgencias de Atención Primaria, han decidido romperlo.

Al paro convocado este viernes -hasta el 6 de noviembre- están llamados 698 médicos, enfermeros y celadores de los Servicios de Atención Rural (SAR) y de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), así como los profesionales del Summa 112 que atienden estos dispositivos hoy conocidos como Centros Sanitarios 24 horas (un total de 80) que, en medio de un enorme caos, abrieron sus puertas el pasado 27 de octubre. Hoy, los sindicatos convocantes, han acusado al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de estar desmantelando la sanidad madrileña. "Están dinamitándolo todo", resumieron en rueda de prensa.

El paro arranca a las tres de la tarde de este viernes y durará hasta el 6 de noviembre. Ha sido convocado por los sindicatos MATS (Movimiento Asambleario de Trabajadores de la Sanidad) y SummAT y cuenta con el apoyo de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), CSIF, la Plataforma de Centros de Salud o la Plataforma SAR (Servicios de Atención Rural) que hoy expusieron los motivos para convocar una huelga de la que se desmarcan cuatro de los cinco sindicatos que sí tienen representación en la Mesa Sectorial de Sanidad -SATSE Madrid, CSIT Unión Profesional, CC.OO. y UGT- y que, el pasado 26 de octubre, llegaban a un acuerdo con la Consejería de Sanidad para, a su vez, desconvocar el paro que estaba previsto en este mismo nivel asistencial. Un acuerdo que no secundó la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) que mantiene una huelga indefinida a partir del día 7 de noviembre para los más de 200 facultativos que prestan servicio en estos centros sanitarios y que acaban de romper.

Tres jornadas de huelga

Los otros sindicatos que hoy han comparecido ante los medios arrancan este viernes las tres jornadas de huelga en protesta por el modelo de atención que afecta a los médicos, enfermeros y celadores de los Servicios de Atención Rural (SAR) y de los 78 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) adscritos a la reorganización, así como los profesionales del Summa 112 que atienden estos servicios. Piden la retirada del proyecto, la apertura "inmediata" de los 37 SUAP que estaban abiertos antes de la pandemia "con los horarios y condiciones laborales" que tenían, además de la continuidad de los SAR "con sus horarios y condiciones actuales".

En rueda de prensa, relataron el casos que se está viviendo desde que, el pasado 27 de septiembre, los antiguos SAR y SUAP abrieron sus puertas. Aludieron a la "implantación a la fuerza del nuevo modelo de las urgencias extrahospitalarias donde ni los ciudadanos ni los profesionales están siendo considerados". Y denunciaron: este plan "está llevando al límite a profesionales ya cansados tras una pandemia, agrediéndoles con cambios constantes de destino y horarios, acosándoles a diario con llamadas telefónicas cada 30 minutos para cambiarlos de lugar o para saber si acudirán a trabajar. Todo esto está propiciando la renuncia de algunos profesionales a sus puestos de trabajo".

Atención urgente en zonas rurales

Caras largas, tensión, preocupación y miedo a perder un nivel asistencial, el de Atención Primaria, que los sindicatos ven seriamente amenazado. A modo de resumen una frase pronunciada por Pilar San José, enfermera de un antiguo SAR de Campo Real, localidad famosa por sus aceitunas a 39 kilómetros de Madrid por la A3. La sanitaria indicó que, si bien estos centros no tienen un gran número de pacientes, prestan una atención vital para los ciudadanos: "¿Qué es más importante?, ¿poder atender a un niño que, en una localidad cuyo hospital más cercano está a 40 kilómetros, sufre una parada cardiorrespiratoria y puede morir o tener a 10 pacientes agendados?", ejemplificó.

Las críticas al nuevo plan de urgencias extrahospitalarias fueron constantes. Se tildó de "maléfico" y se clamó para volver al antiguo modelo asistencial, el que funcionaba antes de la pandemia de coronavirus. Además, los sindicatos tacharon de "mentira" el porcentaje del 60% de "bajas sobrevenidas" al que, esta misma semana, aludió la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso que se produjo en la apertura estos centros. Las quejas de sindicatos y partidos de la oposición por el caos de estos últimos días se justifica, según dijo la presidenta, por las "bajas sobrevenidas" que han sido comunicadas con posterioridad a la apertura de estas urgencias.

Maltrato profesional

Los sindicatos asistentes -tanto los convocantes del paro, como las organizaciones sindicales que la apoyan- tacharon de "falsas esas afirmaciones" y criticaron duramente las declaraciones de la presidenta que tacharon de "maltrato profesional". Además, pidieron transparencia y que, cada día, la Comunidad de Madrid, publique qué centros están abiertos y si cuentan con médicos, enfermeras y celadores. Porque, censuraron, la población asiste "estupefacta a este baile de profesionales en los actuales PAC (Puntos de Atención Continuada), y no entiende por qué durante más de dos años tuvieron sus centros (SUAP) cerrados y ahora abren unos días sí y otros no; mientras que en las zonas rurales han estado siempre abiertos (SAR), y ahora se cierran tras la implantación de este macabro plan".

La ciudadanía, insistieron, desconoce si el centro cercano a su domicilio estará abierto o cerrado o si tendrán personal suficiente para ser atendido. Abundaron en que los dispositivos de urgencias extrahospitalarias surgieron del empecinamiento de la presidenta Ayuso, a pesar de que se le advirtió que "no había profesionales suficientes para ponerlos en funcionamiento y lo único que iba a hacer es hacer saltar por los aires un sistema, el de los SAR, que funcionaba a la perfección". Detrás de "los recortes hay personas" subrayó Jorge Aranda, en representación de las asociaciones vecinales que llevaban meses clamando por la apertura de esos centros sanitarios que cubren las urgencias a través de Atención Primaria sin tener que acudir a un hospital. En ese sentido, avanzaron que, el próximo 13 de noviembre, volverán a echarse a las calles de Madrid en una nueva marcha en defensa de la sanidad pública.

Entre los asistentes, la doctora Mar Noguerol, directora del centro de salud Cuzco de Fuenlabrada, y que ha sido suspendida de empleo y sueldo por el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) quien relató su propia experiencia y se sumó a las criticas de sus compañeros a las declaraciones de los responsables sanitarios regionales en el sentido de que haya habido "boicot" por parte de los trabajadores a la apertura del nuevo modelo de urgencias extrahospitalarias. "Son acusaciones muy graves, decir que un médico se coge la baja para no trabajar. Incluso el Colegio de Médicos de Madrid está interviniendo", señaló Noguerol.

Nuevas dimisiones

Lo cierto es que la tensión es máxima en la sanidad madrileña. Esta misma mañana, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, apelaba al "entendimiento" entre la Comunidad de Madrid y los sanitarios que este viernes inician la huelga. En el acto de inauguración de la VII Convención de la Profesión Médica, que se está celebrando en Madrid, la titular de Sanidad insistió en la necesidad de llegar a un "entendimiento" entre la administración y los profesionales en un acto en el que ha estado acompañada por el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, quien ha justificado las dimisiones de los últimos días de varios cargos de la sanidad madrileña comparándolo con la situación en el Gobierno. "El presidente Sánchez ha cambiado a 40 ministros", ha asegurado Escudero.

Esta misma mañana se conocían las nuevas dimisiones que se produjeron ayer jueves en los centros de Atención Primaria de la región. En concreto, fueron nueve bajas entre las que se incluyen varios responsables de diversos centros de la zona sureste, un centro de unidades de atención al profesional y otro de asistencia médica. El sindicato de Enfermería SATSE señalaba tras conocer la noticia que los ceses se deben a la "nefasta y caótica puesta en marcha de unos dispositivos que ya nacieron con escasez de profesionales y con la advertencia de que se estaba haciendo mal al no contar con los profesionales implicados y desmontar lo que sí funcionaba".

También esta misma mañana se conocía que SATSE, CCOO, CSIT UNIÓN PROFESIONAL y UGT han roto el acuerdo ante los incumplimientos de la Consejería de Sanidad que firmaron "por responsabilidad" para reabrir Urgencias de Atención Primaria. "La falta de soluciones a todos los problemas planteados nos empuja a desvincularnos del acuerdo ante el maltrato y la humillación que están sufriendo los y las profesionales de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria por parte de la Consejería de Sanidad y de la Comunidad de Madrid a través de sus acusaciones públicas", indican en un comunicado con junto. El plan ideado por el Gobierno regional y su gestión "no sólo pone en jaque a la ética y la responsabilidad de los y las profesionales, sino que también pone en riesgo la salud de la población".

Indican que firmaron un acuerdo, que evitaba una huelga, "por responsabilidad con la ciudadanía y para garantizar su seguridad sanitaria y esencialmente para proteger los derechos de los trabajadores que se veían seriamente lesionados con el plan inicial propuesto por la Consejería, pero no vamos a ser cómplices de esta tropelía". Recuerdan la importancia de unas urgencias sanitarias que el Gobierno de la Comunidad de Madrid "se había negado a reabrir durante casi tres años, y que antes de cerrarlas realizaban casi 800.000 atenciones al año". 

Desde SATSE Madrid se apuesta por paralizar todo el proceso, cerrar los SUAP, "abiertos mal y con múltiples carencias", reabrir los SAR con las mismas condiciones, jornadas y profesionales que tenían antes de "esta sinrazón" y poner todas las Urgencias Extrahospitalarias bajo un mando único que bien podría ser una enfermera o enfermero "ya que es la que mejor conoce cómo han de gestionarse estos centros". Luego, tranquilamente, "ir poco a poco poniendo en marcha los dispositivos que sean prioritarios hasta completarlos todos".

Eso sí, remarcan desde SATSE, con la plantilla adecuada de enfermeras, celadores y médicos, ya "que las enfermeras no pueden estar solas en este tipo de dispositivos al no contar con las competencias plenas para ello y no tener respaldo jurídico para abordar todas las incidencias que pudieran producirse a lo largo de su jornada"