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Fiestas en Ibiza: Sant Carles, lleno para comer otra vez calamares

Colas kilométricas de vehículos para llegar hasta Sant Carles

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Fira des Calamar 2022 Toni Escobar

Si se puede medir el deseo a partir de la paciencia, el de comer hoy calamares en Sant Carles era enorme. La paciencia de los cientos de conductores que, por ejemplo, sobre las 13.30 horas han tenido que ir a paso de tortuga desde más allá de la rotonda de Las Dalias hasta esa localidad para, luego, intentar aparcar su vehículo en las cercanías, tarea harto complicada. Deseo porque desde el 26 de octubre de 2019, hace tres años, no se celebraba la Fira des Calamar, uno de los encuentros gastronómicos más populares de la isla.

Si hace tres años se batió el récord de participantes, un total de 28 colles, a esta VI edición se apuntaron 21, que en total guisaron unos 900 kilos de ese cefalópodo... que no fue fácil encontrar. En primer lugar, porque el principal proveedor, la Cofradía de Ibiza, sólo cuenta con un arrastrero desde que se hundió el ‘Charpat II’ en enero de este año, de ahí que «muchas colles fueran a los supermercados y los vaciaran de calamares en pocos días», cuenta Pere Valera, responsable de Peix Nostrum. Están en vías de solucionar esa carencia: La empresa Meneghello Fish «ha puesto al servicio» de la cofradía un nuevo arrastrero, el ‘Cap Vermell’, que ha adquirido en Mallorca «como una inversión». Lo explota el gremio, que además pone patrón y marineros (los mismos que sobrevivieron al naufragio del ‘Charpat II’). El beneficio será para el inversor.

Y la otra razón por la que ha sido difícil encontrar esos moluscos ha sido el calor: «Estas temperaturas no benefician ni su pesca ni la del gerret. El agua de mar parece ahora una olla de garbanzos», compara Valera.

La alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, ha aparecido, como de costumbre, pronto por Sant Carles para supervisarlo todo, como el edil Juan Carlos Roselló. Ferrer cuenta además los días que faltan para abrir el trull de Ca n’Andreu, después de tres meses de intervenciones para ponerlo a punto. De unos 300 años de antigüedad, permanecerá abierto de martes a sábado, mañanas y tardes.

El PP, uniformado

Se nota que las elecciones están a la vuelta de la esquina. El PP casi al completo (desde el presidente del Consell, Vicent Marí, al presidente de la formación ibicenca, José Vicente Marí Bosó) ha recorrido cada puesto en grupo y perfectamente equipado (sombrero pagès y camiseta de esta edición gastronómica). No ha faltado ni la diputada Marga Prohens, lideresa del PP balear que también vistió el ‘uniforme’ oficial. Dijo haber ido «invitada por la alcaldesa Carmen Ferrer», y que si bien es la primera vez que acude a esta feria, «no será la última». Considera que estos eventos son «muy importantes porque dan valor al producto local y al oficio de la pesca». Gastronomía, recordó, «es cultura». Prohens confesó que se le pusieron los ojos chiribitas cuando vio a César Gastardelli cocinar unos calamares (30 kilos, que sufrió para encontrarlos) estofados (durante 20 horas en leña) con garbanzos», además de sushi de ese cefalópodo rebozado con panko crujiente. También le echó el ojo la presidenta popular balear a lo que preparaba con sobrasada y panceta otro grupo, que no concretó pero que seguramente era Champions Chef, una colla de cuatro amigos compuesta, entre otros, por el conseller de Deportes y Hacienda Salvador Losa y el diputado nacional Miquel Jerez, ambos también del PP.

Entre los que apostaron por la frita típica ibicenca, Ses Calamaretes i es sepions, liderados por la cocinera Lina Planells, que se han llevado el tercer premio en 2019 con una plato cocinado a la antigua usanza: «Nos basamos en la receta de la abuela, sin complicaciones: cebollas, patatas, pimientos y ajos». Y punto. También Pedro Tur, cocinero y propietario de Sa Nansa, se decantó por la cocina tradicional: una fideuà a banda con calamares y un arroz negro con sepia y tinta del molusco protagonista de la feria. Tur dijo haber «sufrido mucho, hasta el último momento», para encontrar calamares.

Finalmente, en la categoría Amateur, el primer puesto ha sido para Mochica. En segundo lugar ha quedado Ses Calamaretes y, en tercer lugar, Champions Chef. En La categoría profesional se ha llevado el primer puesto Cor Carola, el segundo Bar Restaurante San Carlos y el tercero Restaurante Mei.

Pero muchos otros han innovado, como Manuel Gago, chef de La Locura, también premiado en 2019 (con un risotto), que preparó una crema de zanahoria y coco con mantequilla de gambas que sirvió como base para unos calamares en su tinta. No menos locura ha sido la pizza con masa negra de tinta de calamar fresco y espuma de burrata con salsa de tomate que elaboró Roberto Schiavulli, responsable del restaurante Feel Ibiza, que era la primera vez que participaba.

Y desde primeras horas de la mañana, la Colla de Ball Pagès de Sant Carles preparó a fuego lento 150 litros de café caleta, cuyo aroma embriagador a canela presagiaba una sobremesa como mandan los cánones pitiusos.

Fira des Calamar 2022

Fira des Calamar 2022 JMLR

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