El Ayuntamiento de Sevilla ha emitido un bando municipal informando de nuevas restricciones en el uso de agua potable. La falta de lluvia y la previsión de un otoño seco ha obligado al consistorio a activar limitaciones que pretenden evitar los cortes a los hogares, restricciones que afecten al abastecimiento de agua a la población. Las reservas en los embalses sevillanos han pasado del cien por cien en abril de 2018 al 42% actual, cuatro años más tarde.

La situación de alerta obliga a extremar la vigilancia en el uso de agua almacenada, que garantiza, de momento, el abastecimiento de la población por año y medio. Se toman medidas que estuvieron en vigor hace dos décadas, en 2000. De momento ni suben las tarifas ni se aprueban cortes de agua de forma general.

Se suprime lo que el ayuntamiento llama “uso ornamental, recreativo y cualquier otro que no sea esencial” del agua. Se prohíbe el uso de agua potable en el riego de jardines, árboles, zonas verdes y deportivas de uso público o privado. El riego o baldeo de calles y aceras y el llenado de piscinas, estanques o fuentes está también prohibido. Solo podrán funcionar las fuentes que tengan un sistema de recuperación del agua o circuito cerrado y las fuentes para consumo humano que tengan un cierre automático.

No se podrán lavar vehículos con manguera, salvo por empresas dedicadas a esta actividad específicamente. El bando prohíbe asimismo “las instalaciones de refrigeración y acondicionamiento que no tengan sistema de recuperación o circuito cerrado”. El Ayuntamiento de Sevilla informa además a los usuarios que la empresa pública de aguas, Emasesa, poder empezar a leer los contadores de forma mensual para controlar el consumo y penalizar el derroche.

Se vigilará especialmente la manipulación de bocas de riego y se alerta de que no se pueden enganchar a pozos las redes de agua “por razones sanitarias”. Emasesa suspenderá temporalmente todos los contratos de suministro que estén relacionados con las actividades suspendidas por la alerta de sequía. Los incumplimientos serán “sancionado con multa”.

La empresa metropolitana de aguas tiene en marcha un plan con el que trata de concienciar a lo hogares de la importancia del ahorro en el consumo de agua. El reto es pasar de los 116 litros por hogar de media diaria a los 90 litros. El objetivo con estas restricciones es ahorrar 15 millones de litros de agua al día. Un millón y medio de vecinos de 42 municipios están obligados a cumplir con las prohibiciones.

La situación no es mejor en la Axarquía malagueña, donde el pantano de La Viñuela se encuentra al 10% de su capacidad, a punto de igualar su máximo histórico más bajo, en 2008, cuando rozó el 9%. Esto podría motivar cortes en el agua de riego para los agricultores y campañas como la del aguacate o el olivar van a verse muy perjudicadas. El Gobierno andaluz ya ha alertado del peligro real de que la economía andaluza entre en recesión por la sequía.