Investigadores del Imedea (CSIC-UIB) han detectado que el alga invasora Halimeda incrassata, al invadir praderas de la fanerógama marina Cymodocea nodosa podría tener efectos negativos sobre las praderas marinas.

En una nota de prensa, desde el Imedea han explicado que también se encuentran efectos positivos a nivel de ecosistema, particularmente incrementando la diversidad y abundancia de epifauna. Los resultados de la investigación se han publicado recientemente en las revistas ‘Science of The Total Environment’ y ‘Frontiers in Marine Science’.

Halimeda incrassata es un alga invasora que se ha detectado en aguas baleares, representando el punto 0 de invasión de esta especie tropical dentro del Mediterráneo. El grupo de investigación de la doctora Fiona Tomas, investigadora del Imedea, junto con colaboradores de la Universidad de Cádiz y del Centro Oceanográfico de Málaga, detectaron la presencia de esta especie en el Parque Nacional de Cabrera en 2016, y han observado que, además de inicialmente colonizar fondos de arena, esta especia ahora también invade praderas de la fanerógama marina C. nodosa.

Asimismo, han detectado que esta alga invasora puede alterar distintos aspectos del ecosistema cuando invade dichas praderas.

Por un lado, al tratarse de una especie estructurante generadora de hábitat, se han observado cambios en las comunidades de pequeños invertebrados (epifauna) que viven asociados a las praderas de C. nodosa invadidas, y que son una importante fuente de alimento para depredadores como los peces.

Por otro lado, el equipo también ha comparado las tasas metabólicas y la producción de Carbono Orgánico Disuelto (DOC) en praderas de C. nodosa respecto a las praderas de H. incrassata.