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Día mundial de la enfermedad

Alzhéimer | Presión para que las analíticas de detección precoz lleguen a los hospitales

Los últimos avances técnicos permiten detectar la enfermedad con un "simple" análisis de sangre | Los médicos advierten de que mejorar los estilos de vida disminuiría hasta el 40% de diagnósticos

Un enfermo de alzhéimer.

El alzhéimer afecta, aproximadamente, a unos 800.000 españoles, según la Sociedad Española de Neurología (SEN). Cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos enfermos, dice la SEN, pero aun así entre el 30% y el 40% de casos totales están sin diagnosticar porque los límites entre esta enfermedad y otras demencias no siempre son claros.

Sin embargo, en los últimos años, la investigación ha dado un "salto enorme" en la detección precoz de la enfermedad, según el director de la Fundación Pasqual Maragall, Arcadi Navarro. Y, en concreto en los últimos meses, ha habido avances técnicos que permiten detectar el alzhéimer con una "simple" analítica. Según esta entidad, en 2050 el número de casos de alzhéimer podría triplicarse a nivel mundial debido al envejecimiento poblacional.

Un estudio liderado por la Fundación Pasqual Maragall, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y la Universidad de Gotemburgo (Suecia) identificó en agosto dos nuevos biomarcadores en sangre que captan mejor los primeros indicios del alzhéimer. Se trata de los biomarcadores sanguíneos p-tau 217 y el p-tau231, idóneos para indicar cambios cerebrales relacionados con la proteína amiloide en personas que aún no manifiestan síntomas cognitivos, de forma que se puede detectar de manera precoz si una persona ya desde la mediana edad tiene un elevado riesgo de desarrollar la enfermedad.

"Antes esta proteína solo podía detectarse a través de técnicas muy caras. Y, en cambio, ahora ha habido avances técnicos que permiten detectar la enfermedad con una simple analítica de sangre. Esta técnica aún tiene que llegar a la práctica clínica, de momento solo se hace en estudios científicos, pero es importantísima esta detección precoz", señala Navarro. El alzhéimer es la primera causa de demencia neurodegenerativa en el mundo.

Además, Navarro destaca que se trata de una "enfermedad silenciosa" que, antes de mostrar "ningún síntoma clínico", ya empieza a generar un "deterioro neuronal", algo que puede ocurrir "unos 15 o 20 años" antes de manifestarse. La Fundación Pasqual Maragall, dice Navarro, pide que estas nuevas técnicas de análisis de sangre formen parte, cuanto antes, de la práctica clínica.

La SEN estima que el 80% de los casos de alzhéimer que aún son leves están sin diagnosticar y esto impide que se puedan instaurar precozmente tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que ralentizan el deterioro cognitivo y controlan los trastornos conductuales.

Ahora, la ventana "terapéutica" se ha abierto porque los médicos pueden detectar a las personas con riesgo de desarrollar la enfermedad "mucho antes". "Esto es muy importante porque tampoco hay un tratamiento farmacológico contra el alzhéimer [una vez ha sido diagnosticado]", añade.

Sí se están probando algunos fármacos, como anticuerpos monoclonales, en personas cuyos síntomas son muy leves. Según Navarro, hay "esperanza en el futuro" porque actualmente existen más de 100 moléculas con potencial terapéutico para el alzhéimer.

Intervención en estilos de vida

Pero, además, otro de los grandes descubrimientos de los últimos años en el campo del alzhéimer es la demostración de cómo las "intervenciones" en los estilos de vida pueden retrasar la enfermedad. "Calculamos que, interviniendo en los estilos de vida, podríamos evitar hasta un 40% de los diagnósticos", apunta Navarro. Pone como ejemplo los países nórdicos, que hace años crearon programas de salud cardiovascular y que ahora de rebote están viendo cómo estos "redundan" en una mejor "salud cerebral" de su población.

El alzhéimer es una enfermedad sin cura, pero hay "demostraciones claras", según el director de la Fundación Pasqual Maragall, de que cuidando una serie de factores modificables (como la dieta, el consumo de tabaco, el de alcohol) se consigue mejorar no solo la salud cardiovascular, sino también la cerebral. "Esto es algo que se sospechaba, pero se ha demostrado hace relativamente poco", dice Navarro.

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