Como ya lo hiciera en vida su difunta madre la Duquesa de Alba hace nueve años, Eugenia Martínez de Irujo ha demostrado un gran amor por los animales y una concienciación con la protección de los perros abandonados. Lo hizo en una visita realizada el pasado viernes a los Centros de Protección Animal de sa Coma y Can Gossos, acompañada de Belén Herbosch y Alicia de Amador, presidenta y fundadora de la Asociación de Perros Abandonados en Ibiza.
La Duquesa de Alba se llevó en brazos en su día de sa Coma una cachorrita que le dejaron para hacer una foto y que luego adoptó, llamada Pepa. Unos meses después, Eugenia hizo lo mismo con otro llamado Cata para que acompañase a Pepa. La voracidad al comer de Cata llamó la atención de la hija de la duquesa y terminó llamándole Bocata.
Pepa falleció hace unas semanas por una complicación renal y Eugenia volvió a Ibiza para adoptar un nuevo animal que le haga compañía ahora a Bocata. Eugenia pasa temporadas en la isla en su casa de Cala Salada y es conocida por su dedicación a la protección de animales y su implicación con esta causa, por ello recientemente donó dos cuadros suyos para la subasta de Perros Abandonados en Ibiza celebrada en El Hotel. Ahora ha adoptado a Foc, un ejemplar de perro mestizo abandonado de color marrón que se encontraba en el centro de sa Coma.