Hay eslóganes que son ya historia de la televisión española. Y vinculado al sector pesquero hay uno que no cae en el olvido. “Pezqueñines ¡No, gracias!” se coló en los hogares españoles desde mediados de los años 80. Era parte de una campaña impulsada por el Fondo de Regulación y Organización del Mercado de los Productos de la Pesca y Cultivos Marinos, el From, para evitar el consumo de peces de talla inferior a la reglamentaria. Más allá de aquella exitosa iniciativa, el organismo se descubrió como un efectivo canal para aumentar el consumo de pescados y mariscos. Tanto que lleva años siendo amargamente añorado por el sector tras su desaparición. “La promoción es fundamental”, recuerda la directora de la patronal de los detallistas de pescado Fedepesca, Mª Luisa Álvarez. Y no lo dice por decir. Los últimos datos sobre el consumo en los hogares españoles reflejan un desplome a cifras que no se veían desde el año 2000. Solo en Galicia, los 26,5 kilos per cápita de media del pasado año suponen un descenso del 12% respecto a hace un año y de un 7,3% respecto a 2019, antes del bum vivido durante la pandemia. “Esto es alarmante”, avisa Álvarez.
El Panel de Consumo Alimentario en los Hogares de 2021, editado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, refleja que el desplome es generalizado, dado que también cae la media estatal tras el alza del 2020. La ingesta de los españoles de productos del mar y de la acuicultura se sitúa en una media 22,72 kilos anuales, un descenso de un 8,5% (más de 2 kilos menos) respecto al año anterior.
Galicia está entre las nueve comunidades autónomas que superan esa media, aunque por detrás de País Vasco y Asturias (28,69 kilos por persona) y, sorprendentemente, de una región sin salida al mar como es Castilla y León (26,95 kilos/persona). Por el contrario, Canarias es la que tiene menos consumo por persona de pescados y mariscos (16,69 kilos).
La caída, que afecta tanto a pescados y moluscos como a las conservas, es vista por parte del sector no tanto por una posible alza de los precios o a la apertura del canal de la hostelería, que como la directora de Fedepesca “aceleró el consumo fuera del hogar”. La patronal de detallistas, al igual que la del congelado Conxemar, apunta a “un cambio de tendencia”. “Siempre decimos que hay productos para todos los bolsillos y gustos”, explica Mª Luisa Álvarez, “pero nos enfrentamos a un cambio generacional importante”.
Para el presidente de Conxemar, Eloy García, la realidad es que “los productos menos sanos son los que suben”. “Uno de los problemas que hay en la población actual es la obesidad, que genera gasto también en la sanidad”, recuerda.
Tanto Fedepesca como Conxemar apelan a una reducción del IVA, así como a aumentar la promoción, aunque no se llegue a los niveles del From. “Solicitamos la rebaja del IVA porque es lo más contundente e inmediato y repercute en el precio final”, comenta García, un cambio en el que confía Álvarez, que recuerda la necesidad de “un esfuerzo privado, pero también público”.
“Produce una enorme tristeza, porque se pierde un patrimonio gastronómico y unos hábitos de una dieta altamente saludable”, lamenta Álvarez.